viernes, 29 de mayo de 2009

BIDING MY TIME

Llega la primavera y llega el calor, y con ello la época de rasgarse las vestiduras. De gritar a los cuatro vientos las consignas aprendidas en la escuela de necios. Del propagandeo servil, de la defensa de los intereses propios. Entre Rajaos, Rojoys y Rajoys. Entre caricaturistas que son una caricatura de si mismos metidos a candidatos del desprecio. La hora de desvelar el Mayor número de chanchullos y trapicheos propios y ajenos. La hora de meter la pata hasta el fondo, la hora de enseñar en alto la rosa y acabar con Rosa. El momento de dejar volar las gaviotas y esconder las águilas. El partido se juega en Europa pero nadie habla de Europa. Quizás siga secuestrada y nadie pagó el rescate. Quizás con el partido se referían al Barcelona. La crisis está para vencerla y demostrar que somos mejores. No, la crisis está para hundirles y devolverles a las covachuelas del poder. Aquí nadie se aclara aunque todos tengan la receta. Para la angustia existencial nada mejor que los remedios tradicionales, las drogas, la literatura, el sexo. Siempre habrá crisis. Entretanto los que saltan a ese compás de una Europa que no se mira sino en el espejo del esperpento eligen en función de quién deja más limpio su patio trasero. Y los veletas meditan profundamente acerca de cual es la mejor opción. Son momentos de pasión para los dedócratas y los adoradores del monolito del bipartidismo. La hora señalada para soltar a los perros enseñados a morder la garganta, pero nunca a matar. Nunca preparados para dar el golpe de gracia que saben acabaría con ellos mismos. La rueda gira, aunque sea cuadrada. Obama ben Laden se desahoga con imágenes secretas, solo accesibles para los adoradores del poder, mientras uno de los países más pobres y miserables de la tierra amenaza al mundo libre, que todavía no sabe que primero ha de liberarse de si mismo. Pero es normal, nunca tuvo la opción de tener una beca a su disposición para acabar sus estudios. Ahora la tiene. Veremos si es capaz de aprovecharla porque si no se la retiran y serían capaces de cobrarle los posibles intereses que se habrían generado al colocar ese capital en algún fondo de riesgo. Y aún a pesar de ello son capaces de ejercer un dominio extraordinario del género audiovisual. Para que luego digan que el cine español está de caspa caída. Cuando se trata de soltar carnaza para que toda una serie de expertos en nada y de bobos sin seso la devoren, la trituren y se la lancen con rabia a la cara de sus enemigos, para eso, no tienen igual. Ay, amigos. Son más listos que todos nosotros juntos y siempre consiguen su objetivo. Que se hable de ellos, de sus dispendios, de sus desmanes, de sus amantes, de sus apocopados intelectos, de sus mentiras para mantener oculta su piedra filosofal, su leif motiv, su puchero de las delicias, caldero celtiberico, barba de druida, mandrágora triturada en jugo de esperma de ahorcado, su Grial, su himno personal y secreto. Mantenerse, perpetuarse siempre, siempre y por siempre en el poder. Ellos, sus hijos, su familia, sus amigos y los amigos de sus amigos, aunque sean sus enemigos porque en esas esferas son todos hermanos masones de una estúpida logia que consiste en mantenerse alimentado de forma vitalicia con los bolsillos de unas pobres focas a las que tiran pescado podrido de ven en cuando para causar confusión, alegría, alborozo y si se puede pelea. Cortinas de humo de barbacoas fétidas cuyo ingrediente principal es la carne humana. La nuestra. La suya. La tuya. La mía.

viernes, 22 de mayo de 2009

MUNDO IRACUNDO

En mi opinión todo es una mierda. Quizás porque principalmente estamos aquí para llenarlo todo de mierda. Y no contentos con nuestros orificios anales que embadurnan el planeta de olores, sabores y en el fondo nutrientes, hemos inventado tal cantidad de productos, envases, bolsas, envoltorios y residuos en general que permiten que una ciudad del tamaño de Palencia pueda competir en un concurso de ensuciar con los culos amarillos de todo Taiwán. Y esto es solo una pequeña muestra. No quisiera extenderme en un tema así, aunque podría.

En mi opinión, la gente es idiota. Pero decir esto es una necedad y solo prueba que yo también soy un idiota. Y es una tontería decir tal cosa porque el hecho es más que obvio. Y no me refiero a Internet o a la televisión, sino al día a día. A la gente que ves en la calle, en el trabajo, a los imbéciles de tus vecinos, a las tías que se visten como guarras y luego se quejan porque les miran el escote, a los niñatos que pegan carteles para partidos políticos, esos necios que les hacen el trabajo sucio a personas que no se molestarían ni en chasquear los dedos por ellos. Ay, amigos. La lista es interminable y nos podríamos mover en un espectro tan amplio, que daría miedo. El que quiera entender que entienda.

En mi opinión la política es una mierda. Bien caliente y “oloriente” como diría algún ministro. Y ellos se empeñan en representar esta gran caca que es la política y todo lo que se mueve a su alrededor. Sobretodo en su nivel circense, parcantero, de pito y banderita. Cuando hacen sus gloriosas apariciones mordiéndose los unos a los otros y haciendo proclamas a cada cual más idiota. Se enfrentan con rabia los unos con los otros, haciendo siempre gala de un gran “temple democrático” que diría aquel y de lo que su burlaría el de más allá. Son como animales enjaulados, perros rabiosos, monos en celo. Pero cuando se van las cámaras son tan amigos y comentan en que puesto van los cabezas huecas de sus hijos en el torneo júnior de golf.

En mi opinión todo está podrido hasta la raíz. La sociedad en la que vivimos es así. Sucia, necia, cutre, hortera. Todo el mundo tiene una opinión y algunos se consideran tan ilustrados y tan importantes que se creen capaces de dar lecciones a todo el mundo. Son normalmente estos hombres, que se aman mucho a si mismo, grandes pajeros. Masturbadores de las ideas más torpes. Y claro, al final sale lo que sale, y es que de tal palo tal astilla y de esperma podrido ideas nefandas. Tienen además tendencia al insulto fácil cuando se ven acorralados y siempre buscan los favores del público con salidas del tipo: “Es que la gente no es tonta” o “¿Cree de verdad que va a engañar al alguien con esa patraña?”.

Amigos, en mi opinión, no es que todo se vaya al garete, no. Es que hace tiempo que se fue y estamos tan engaretados que ni cuenta nos damos. Pero a mi plín, Tomasín. Hay gente que se queja y se queja y se queja y lloriquea y dice esto es injusto, esto es una mierda, la vida es una desgracia, y bla, bla, bla. Estos sujetos si que son peligrosos y les recomiendo alejarse lo más que puedan de ellos. No son más que somníferos humanos que solo quieren joderte la existencia con sus desgracias. Yo, lo veo claro. U oscuro. Color hez. No se. Pero no importa, porque en el fondo siempre ha sido así todo. Y así será. El vulgo es el vulgo, la chusma la chusma, los dirigentes amasan poder y riquezas, los desheredados desayunan rata, los miserables se chutan la vena por las esquinas, las clases medias se hacen con el medio de transporte más popular, los necios aplauden el ágora de canallas, los iracundos arremeten contra todo, los enfermos mendigan una monedas para la tragaperras o para farlopa y los borrachos nos vamos a lo nuestro. Al hotel. A la mierda.

domingo, 3 de mayo de 2009

PORTRAIT GALLERY III

" Pablo, Pablín, Pablito clavó un clavito. Cuántas veces a lo largo de mi vida, y sobretodo en mi infancia, he tenido yo que escuchar esta dichosa frase. Porqué se empeñaban todos en que yo tenía que haber clavado un clavito. Quizás fuese una premonición y la gente, de una manera inconsciente, quería dar sentido a mi vida. Hazte carpintero, como Jesús. Clava clavos, da forma a las maderas y trabaja solitario en tu taller. Poco importa que sea de sol a sol. Preferiría mil veces el olor a barniz, a serrín, a viruta y a cola que la peste de la fritanga nebulosa en la que me veo envuelto cada día, excepto los lunes que es mi día de descanso. Puede ser que en mi tierna infancia no supiese adivinar el significado de esta frase que la gente me repetía, como un mantra protector. No lo supe ver y ahora..."

"Ahora mi pasado está olvidado, mi futuro no existe y mi presente se diluye con cada gota de grasa que me chorrea de la frente. Con cada caña que sirvo. Con cada cliente, bueno o malo, que entra por la puerta y me dice "Pablo, lo de siempre". Claro, como no. Para eso estamos aquí, para lo de siempre. Para ser un esclavo de mi mismo. De mi inutilidad. La vida es una mierda y la mía la siento como una desgracia. Como un castigo que día a día he de sufrir, y es que odio mi trabajo. Si me viéseis ahí, jamas creeríais lo que os digo. Cuando estoy ahí, al pie de la barra sirviendo cañas, vaciando tubos en tres tragos, apoyando el cigarrillo en las neveritas de los refrescos y los zumos, cuando me sueno ruidosamente la nariz con la mano y me limpio en el pantalón y acto seguido meto una de morro, empujando los pedazos de cerdo muerto con mi mano sucia. Siempre tengo una sonrisa..."

" Mi sonrisa encandilaba a las mozas cuando era joven, pero claro, esto era cuando mis dientes todavía estaban limpios y cada uno se encontraba en su lugar. Y antes también de que me atrapase está calvicie que no acaba de decidirse a dar su golpe de gracia. Si, yo tenía éxito con las chicas. Pero ahora ninguna se fijaría en ese pobre desgraciado que huele siempre a gamba y a calamar y que resulta que no es pescatero ni tratante de mariscos. Solo Pablito (the bartender), el que a veces se hace pasar por el dueño del garito, cuando Freddy no está a la vista. Pero es falso. Soy solo un asalariado y ni siquiera pensar que, en el fondo, el rey también lo es, me sirve de consuelo alguno. Que desgracia la mía, verme aquí atrapado entre cucarachas y paredes amarillentas y carteles anunciado nuestras tapas y especialidades que se caracterizan por tener precios bajos y sabores similares, pues el aceite es siempre el mismo para todo y es una vergüenza que un calamar sepa lo mismo lo mismo que una gamba o , peor aún, que unas papas. Esta es mi vida..."

"Y qué vida amigos. Soy una desgracia. Cuando echo el cierre, al igual que cae la persiana caen mis párpados y se relaja mi sonrisa y me convierto en lo que soy. Un fantasma que pulula desde el bar a casa y de casa al bar y recorre las calles del barrio los lunes y los domingos por la tarde con una pesadumbre atroz y con un espíritu taciturno. Si me ves, detenido en la acera esperando a que el semáforo se ponga en verde, veras mi mirada muerta. Leerás en mis ojos la tragedia de una vida insulsa, insípida y maloliente. Fui feliz una vez, pero de eso ya no me acuerdo. A veces me solazo cuando bajamos a Salou y me acerco al del chiringuito de la playa y le espeto "Lo de siempre" Pero no funciona porque el tipo ni me conoce ni habla mi idioma. Mi alegría es entonces efímera. Cabizbajo me bebo cuatro cañas y me dedico a roer los huesos de las aceitunas. Y esto amigos, ocurre una vez al año..."

"Una vez al año me hago siempre la misma propuesta. Acabar con todo y empezar una nueva vida. Quitarme la cara de idiota de Freddy de encima, los ojilllos de retrasado de Ángel y al memo del Julito que se cree que ha tocado techo. Lo pienso, lo medito, hago planes y llego a la conclusión, tras un día de emociones desbordadas ante la perspectiva de una nueva vida, de que es imposible. De que estoy atrapado y entonces me devora por dentro una angustia desconocida y tengo ganas de echarme a llorar y quedarme tendido en una esquina de la casa a esperar que la muerte se apiade de mi y venga a recogerme. Duermo y sueño con una vida tranquila en un taller de carpintería y de repente una gamba gigante rebosando grasa y furia asesina aparece, devorando mi pequeño taller, y cogiéndome por los pantalones me zarandea y me grita. "Vuelve al trabajo gandul. Vuelve a la grasa" Me despierto empapado en sudor y es la hora de levantarse y abrir el bar. Entra por la puerta puntual como siempre Don Jacinto. "Pablo, lo de siempre". Si amigos, lo de siempre..."

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