domingo, 20 de diciembre de 2009

THE PRICE WE PAY, THE SHIT WE BUY

Estimados camaradas: Ayer mismo y con motivo de estas fiestas que a unos gustan, a otros desagradan pero de las que todos en mayor o menor medida disfrutan, el gerente del Hotel me ha pedido personalmente que les haga llegar el siguiente comunicado que les transmito de forma íntegra. Saludos.

“ Como de costumbre, estoy borracho. Una nube de humo perfumado, de un suave olor a cereza y a brandy me envuelve mientras reconforto mis pies al calor de la chimenea. El jerez baja por mi garganta alegre y a paso vivo calentando mi estómago y en mis manos una pluma de milano mojada en tinta garabatea estas torpes líneas. Empecemos. El principio es siempre un buen lugar y lo primero es recordar que son todos unos malditos bastardos. ¿Quiénes? Ese lobby pseudodemocrático cuyo brazo armado son ni más ni menos que el contubernio establecido entre los medios de comunicación y el Sindicato Publicitario. Al frente de ellos está la clase política, que pone cara y culo para mantener los intereses de aquellos a los que sirven: la Conferencia Empresarial Internacional. Estos tres entes tienen organizado el control del Planeta causando hambre, frío, injusticia, muerte, destrucción e infelicidad en diversas proporciones según la zona donde se habite. Lo único cierto es que nadie está a salvo y es imposible escapar a su control. Esta vez tengo pruebas.”

“El primer paso es acabar con cualquier tipo de privacidad. Para ello es imprescindible que todo el mundo, rico o pobre, tenga un móvil y si es posible, dos. ¿Un mendigo de un slum de Bombay necesita teléfono móvil? No. ¿Lo tiene? Si. Necesitamos redes sociales, que la gente se organice para saber a qué se dedican, que cuelguen fotos, que cada uno se divierta a su manera. Cuantas más “tribus” urbanas y modas pasajeras mejor. Divide y vencerás. Y ellos vencen. ¿Cómo unir bajo la misma bandera a punks, nazis, neonazis, sharps, mods, rockers, freaks, roleros, pijos, hippies, antitaurinos, y un largo etcétera? No hay manera. Nosotros somos los muertos. Vigilados y constantemente bombardeados por anuncios, consignas y reclamos publicitarios los hombres se vuelven vagos, débiles y padecen flojera mental aguda.”

“Más pruebas de que todo es una pantomima. Michael Jackson la palma y copa todas las portadas durante meses, Tiger Woods se folla a todo lo que se mueve y lo mismo. ¿Esas noticias son tan importantes? No informan de nada interesante ni aportan nada nuevo. ¿Alguien saca tajada o simplemente distraen la atención? Secuestros de barcos en las costas de Somalia. Esos sucios piratas son mala gente, esa es la conclusión de fondo, útil para los políticos del turno que lo utilizan como arma arrojadiza para aparentar cierta confrontación (ellos lo llaman “sano debate democrático”), cuando todos sabemos que está todo previamente pactado. El caso Haidar, más de lo mismo. Lo de los toros en Cataluña, un despropósito. Y de la gripe A es mejor ni hablar no sea que se me contagie algo y acabe vomitando aquí mismo.”

“Pero mi favorito es Obama. El ejemplo más radiante de la alta traición, del engaño masivo y del control de masas. Allá donde va triunfa, como la cerveza. Zapatero de repente le adora y se traga como una puta el semen todo su antiamericanismo de serie B española. ¿Premio Nobel de la Paz? Es un escándalo. Pero seguir acumulando noticias no tiene más sentido. Creo que mi punto de vista queda bastante claro. Existe un sistema perfectamente orquestado cuyo único objetivo es mantenerse en el poder a cualquier precio. No son clasistas, ni racistas. Solo creen en la lealtad y en la gente de principios afines a los suyos. Gentes así están por todas partes y así los encontramos tanto en las altas esferas del poder como entre lo más bajo del proletariado. Con esta fuerza y esta inercia se mantiene un sistema en el que prima el conjunto sobre el individuo, de tal forma que todo es apariencia y mientras se habla de igualdad, justicia y fraternidad se aplica la fuerza para doblegar, la ley para justificar lo injustificable y la división para enfrentar a la gente y desviar la atención de los asuntos más importantes. Es este detour lo que mantiene a la sociedad en un estado de adolescencia e infantilismo constante en el cual los jóvenes quieren ser mayores muy pronto y se dedican a consumir drogas y los mayores a jugar a videoconsolas como si tuviesen 12 años. En ese estado de ansia y de necesidad constante son incapaces de darse cuenta de verdad de lo que está ocurriendo. Mediante un oscuro y extraño mecanismo psicológico poco conocido la mayoría de la gente es consciente de vivir en un medio manipulado, falso irreal y controlado por personas ajenas a su entorno, pero a la vez olvidan eso mismo a cada paso. Es una extraña forma de autogestión de la conciencia en función de lo que merece la pena tener en cuenta o no, si consideramos que la intención fundamental de la mayoría es ser feliz, aunque sea todo una mentira.”

“Estando así las cosas uso solo tiene ganas de mandar todo a tomar por el culo, pero como hoy, no se porqué, me siento positivo les diré que no queda más remedio que seguir. Por lo tanto alzo este licor y brindo por ustedes. A su salud. No me queda más que añadir que esto no es necia resignación. La lucha ha de continuar. Aunque sea esa lucha barojiana por la vida, ese dueto a capela con la muerte, esa desesperación en la mirada, pero el corazón siempre vigoroso y el alma alegre. Uníos camaradas y brindad por mi.”

jueves, 3 de diciembre de 2009

MOURNING, BLAMING, CURSING.

Vivimos en un país de quejicas. De llorones. Estentóreos lamentos de abominable sonido recorren de una punta a otra el país. O lo que queda de él. Unos se quejan porque tienen que trabajar y otros porque no tienen trabajo. A otros les jode que su jefe sea un cabrón y a otros que el funcionario de turno del INEM no tenga corazón. A otros les enfurece que pierda su equipo de fútbol, que a su mujer le haya afectado la dichosa gravedad en sus otrora gloriosos senos, que los servicios públicos dan asco y que los privados abusan, te roban, te timan y además se burlan de ti. En definitiva un jolgorio de no te menees. Todo son quejas y todo son problemas. Hijos de puta, que me hacéis hablar mal y todo, ¡espabilad de una vez! En este país entre la clase quejica, los nuevos ricos y la herencia católica, que pesa todavía como pesa la losa que cubre a Franco y que conduce a la mayoría a creer en la fuerza irremediable del destino y una clase asentada, agradecida, chupóptera, desacompasada, tirana, heredera del fascismo liberal y encubierta por la mejor de las ideologías que se haya inventado nunca para doblegar el espíritu del pueblo (esto es: la terrible mezcla de capitalismo inmoral y democracia insana) anda el patio siempre revuelto pero nunca pasa nada.

Pero claro ¡será que no tenemos entretenimiento! Entre la tiranía mediática que sodomiza nuestras seseras con sus vomitonas constantes de basura radioactiva. Radioactiva en nuestros cerebros. Enciende la tele a ver las noticias: crimen, violaciones, robos, asesinatos en directo, paro, estafas, muerte, dilapidaciones, noticias culinarias, desfiles de lencería sugerente y Cristiano Ronaldo y la madre que los parió a todos. Apaga la tele, cierra los ojos y dime si con semejante coctel de mierda uno puede vivir tranquilo. ¡Claro que no! Pero es que eso no es todo y hoy, queridos amigos, no voy a entrar en política. Es que los precios de las viviendas son de escándalo, las compañías de servicios de telefonía roban literalmente, las empresas escatiman a sus empleados en las nóminas justificándolo con la mala situación del mercado. Con una coyuntura en la que llevamos años instalados. La de reducir y reducir costes y producir y producir más. Miren, yo de economía no tengo ni puta idea, pero sí que sé que esto es del todo incompatible.

Diablos, entre tanta mierda ya me he perdido. Ya lo dije antes: país de quejicas. Y de burros, a los que llevan apaciblemente enseñándoles la Zanahoria Eterna, que nunca en la vida llegarán a probar. Es fácil: arriba y abajo. El problema es que muchos tienen la ilusión de que están donde en realidad no están y ese es el gran logro del Nuevo Régimen. Es todo apariencia, todo virtualidad, todo alegría y sobretodo grandes posibilidades y expectativas. Todo se puede lograr: grandes tetas, coches rápidos, sucedáneo de caviar, la vida eterna y una casa en Marina D´or. Pero cuando todo se derrumbe y nos veamos en pelotas en medio de la ventisca, a ver quién cojones se echa a reír. Esto de ventisca no tiene nada, es solo brisa estival.

La cuestión es que en realidad, como podéis muy bien comprobar, hay muchas más cosas que nos unen. Pero el Sistema ha pensado en todo, y para mantenernos enfrentados, conscientes ellos de que divide y vencerás y de que la unión hace la fuerza, han mantenido la dialéctica ideológica de principios del siglo XX con la intención de mantener abierto un debate estéril y completamente inútil. Y todos muerden con rabia ese anzuelo ponzoñoso. Necio y ponzoñoso. Con qué ardor, con qué pasión se picotea ese pan podrido. Pues eso. Tenemos ni más ni menos que los que nos merecemos porque individualmente podemos ser muy listos, pero en conjunto somos tontos de remate y las pruebas están sobre la mesa. ¿Cómo es posible que en España ni se haya abierto la posibilidad de una Huelga General? ¿Cómo es posible que con justificaciones económicas hayamos retornado a situaciones laborales más propias del XIX? Debemos de ser muy tontos. A mí ya solo me queda ese consuelo. Mal de muchos consuelo de tontos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

SPEECH: ABOUT TIME!

Como Comisario General del Movimiento a Don Pedro Careno Tajos le llegó la hora de ponerse en pié ante los presentes en la sala, no sin antes recoger bien el dobladillo del pantalón, arrugar la frente y chascar la lengua con el paladar, para dar su bien aprendido discurso. No es mi intención recoger aquí sus palabras de forma íntegra pues daría para folios, folios y más folios. Nos ceñiremos a lo básico. En definitiva a lo que al día siguiente de ser pronunciado apareció en negrita o subrayado en todos los periódicos. Eso sí, en función de la tendencia de los mismos se resaltó de una forma o de otra. Nosotros evitaremos esa jugosa tentación y nos limitaremos a ser meros transmisores para que los lectores, avezados unos apoliyados otros, juzguen como crean conveniente.

“¿Qué es la Derecha? ¿Y la izquierda? Yo se lo voy a decir a ustedes. Las Derechas, como les gusta decir a muchos, y las Izquierdas, mucho más variopintas, son ni más ni menos que un conjunto de señores mejor o peor avenidos que dicen de sí mismos que son efectivamente de Izquierdas o de Derechas. Afirman categóricamente que siguen en su vida una serie de principios establecidos para mejor gobierno de la cosa pública y utilizo este término para no confundir y mezclar en esto a los republicanos. El problema entre unos y otros es que confunden eso de la cosa pública con la suya, la mía la de aquel, la de su primo y de la madre que los parió a todos. Yo os digo que el hombre que se proclama de uno o de otros no es más burro no porque no entrene, que lo hace, sino porque no se lo han permitido. Y es que con estas gentes es casi tan peligroso pasarse de listo como de tonto. Y con esto quiero decir que llega un momento en el que no se puede razonar con ellos. Momentos en que sus duras cabezas huecas se vuelven puro hormigón y ni con una radial dialéctica se podría llegar algún tipo de conclusión razonable, más todavía cuando lo razonable es un estado desconocido para ellos a no ser que responda a sus razones…”

“ Estos seres canijos en su humanidad, acobardados en su espíritu, apocopados en su intelecto y sobretodo podridos en lo más profundo y superficial de su corazón manejan nuestros destinos en función de hipótesis fácilmente refutables y establecidas con poco o ningún rigor. Tienen una forma muy curiosa de afrontar los problemas. Para ello utilizan una fórmula matemática en la que se pone en relación la popularidad, el número de votos en juego, la posibilidad de enriquecer a algún amigo o familiar y el riesgo de que salga mal. Tras la evaluación del riesgo ponen en marcha su tremenda máquina burocrática y empieza la solución. Ni se paran a pensar en el gasto. ¡Cómo ha de ser! Pues lo pagamos nosotros. Su único afán es ese. Este proceso es válido para los dos tipos de especímenes, y es que en asuntos de poder, las Derechas y las Izquierda se diluyen. Se confunden. Son ya solo un ente único. Un monstruo bicéfalo. Una criatura infernal puesta en nuestra tierra únicamente para darnos por el…”

“… os de puta. Eso es lo que son. Fabrican y producen sus leyes que salen de sus Instituciones como anillos para los puercos dueños y señores del poder y a la vez como collares con espinas para doblegar al pueblo. Esa gran falacia de que el pueblo gobierna ha de ser la primera en ser demolida. Pero no, camaradas, no me confundáis con aquel besugo de Bakunin ni con ese terrorista de Don Carlos por utilizar viejos términos de fraternidad. No dejéis que su propaganda os nuble la vista, enturbie vuestra mente, aturda vuestros corazones y cale en lo profundo de vuestro ser. Nuestro Movimiento no entiende de política, ni de Izquierdas ni de Derechas. Entiende de personas, de seres humanos, de ciudadanos con sus derechos y sus obligaciones, entiende en definitiva de Justicia Social, Eso, amigos compañeros es lo que esos canallas nos han quitado. La Justicia…”

“No me callaran, por mucho que se empeñen. Por muchos sobornos que intenten, por muchas campañas de desprestigio que lancen, extorsiones, amenazas y palizas. Tendrán que matarme. Pero de poco les servirá pues quedáis todos vosotros. Se que mis palabras vivirán en vuestra memoria y sobretodo en la tuya mi querido compañero de lucha Telesforo Camiaque. No tenemos ningún medio de comunicación a nuestro favor, peor para esos mecenas de lo infame, lo atroz y lo falso y mejor para nosotros. No tenemos representación en sus órganos de la Gobernación, peor para esos sátrapas, tunantes, ladrones y bárbaros herederos de las peores costumbres fenicias y mejor para nosotros. No tenemos formación política, ni libro de estilo, ni manual del militante, ni himno, ni bandera, ni logotipo. Pero tenemos lo mejor: la verdad de nuestro lado, la fortaleza en nuestro pecho, el poder de la razón y la idea de un nuevo amanecer, de una nueva sociedad. ¡Seguidme, seguidme todos juntos hacia la nueva Victoria! Venceremos y desbancaremos a esos cerdos, hijos de sus madres de oficios innobles…”

miércoles, 4 de noviembre de 2009

VEREDICT

El teniente del batallón de Castillejos Jorge Calero Vallezoso se había colocado allí donde la barra formaba un ángulo recto, de tal modo que no se sabía muy bien en que sección se encontraba, si en la zona sur o en la oeste. Esta sensación de no saber donde se encontraba en el espacio parecía encajar muy bien con su estado anímico. Durante las últimas semanas se había consumido en un mar de dudas, se había visto atrapado por una constante sensación de incertidumbre, una vaga impresión de que las cosas no iban por donde debían. O más bien que las cosas no eran como debían. Así, con la vista perdida, su nariz ganchuda perfilándose en el horizonte de un rostro sin relieve y sus finos labios apretados que dibujaban una perenne media sonrisa, el teniente se regalaba con una caña y una tostada de sobrasada con queso de cabra.

A su lado un hombrecillo de pelo de estropajo afectado de calvicie, sonrisa bobalicona y mirada vacuna soltaba una perorata infame acerca del mal estado de la educación en nuestro país. Que si el nivel es bajísimo, que si como puede ser que a un alumno que va a estudiar Filología Francesa se le obligue a estudiar matrices y derivadas y lo mismo pero al revés, o eso decía, en el caso de un futuro estudiante de Química. Por supuesto este personaje era profesor de instituto y agobiado por su trabajo había decidido tomarse unas cañitas con su buen amigo el teniente y de paso atacar uno de esos rollitos rellenos de repollo, carne picada y salsa agridulce.

El teniente parecía escuchar con atención la emotiva charla de su buen amigo, pero en realidad no le importaba lo más mínimo. Como en un extraño caso de desdoblamiento astral su mente divergía entre sus propias reflexiones y aquellas que le llegaban de otra parte de la barra. “ Es cierto, mucho ha cambiado en el ejército desde que quitaron el servicio militar obligatorio, y claro, la incorporación de la mujer…bueno, pues ha sido el espaldarazo definitivo para un cambio de estilo…un nuevo ejército se podría decir ” “ La nueva España te digo, ese es el futuro. Ese punto es innegociable y creo que estamos de acuerdo” “ Pero ¿qué papel jugamos hoy en día? Buff…y más todavía con la que se está liando últimamente…” “ No, te digo que ese no es el camino, no podemos fomentar el odio como única vía de reconciliación nacional, es necesario establecer la nueva vía de la Hermandad y eso solo lo lograremos con una nueva retórica nacional.” “ No puede ser que los políticos jueguen de esa manera con un estamento como el nuestro. Que si hay guerra, que si misión de paz, que si vamos a ayudar, que si no entramos en combate, que si mueren nuestros compañeros y amigos y aquí solo buscan votos, el tremendo gasto que supone y la crisis económica,…¡qué jaleo! ”.

De pronto el teniente alzó la cabeza y vio a dos jóvenes trasegando cañas y calamares fritos. El uno le increpaba al otro duramente, mientras que el que parecía más sensato y también menos bebido mantenía la compostura y seguía dando válidos argumentos a su razonamiento. “Perdona –dijo el teniente- ¿decís que en el ejército se pega?, porque eso es mentira” El tipo más borracho respondió “ No, hablábamos de la grave crisis social y cultural que azota nuestro país y nos preguntábamos quién de verdad está dispuestos a hacer algo y por lo que sabemos no se puede contar con el ejército” “Pero el ejército está para salvaguardar la integridad del territorio español y para ayudar a defender la justicia y la paz en el extranjero, y en eso cumple con su misión de forma impecable” El tipo sensato trató de razonar: “ Entiendo su posición caballero, y veo bien la función del ejército, pero sepa usted que España está en peligro. Y se lo digo porque a nadie le interesa ya nada de nada. La gente ha olvidado los sonetos de Quevedo, ya no se escucha El Amor Brujo, los ciudadanos se ven sometidos a las tropelías y los abusos de la Administración, de las empresas privadas, de la explotación laboral, del incremento de precios y a cambio se les da el soma de Huxley en forma de vanas diversiones, cortinas de humo y lecciones descafeinadas de moral y ciudadanía. Creo que ya es hora de que nos devuelvan lo que es nuestro. De cada uno esté en su sitio y una vez allí que rece a quién le de la real gana. Y para ello queremos reconstruirlo todo y nos preguntábamos que papel puede jugar el estamento militar en todo ello, más teniendo en cuenta que hoy en día se compone de sectores más moderados que impedirían la formación de un gobierno dictatorial, pero claro, chocamos con instituciones fáusticas como la Unión Europea, la carta de los Derechos Humanos y como no, las instituciones democráticas bien construidas para que los de siempre se perpetúen en un poder que no les pertenece pues no representan de ninguna manera el sentir general, y si me dice que sí que lo hacen pues son unas justas elecciones le diré que en general la gente no siente nada de nada”.

Visto lo visto el teniente decidió seguir la conversación por otros derroteros hasta que su amigo con el pelo de estropajo vació su vaso de un trago, pagó la cuenta y dando ligeros puntapiés a su compadre le sugirió largarse de allí cuanto antes. Es posible que incluso se le pasase por la cabeza llamar a la policía militar, pero eso no lo puedo garantizar. Se despidieron bruscamente, sin dar la mano ni intercambiar nombres y salieron a la calle. En su camino a casa el teniente empezó a verlo todo un poco más claro. Aquella velada había arrojado un poco de luz sobre sus dudas. Decididamente iba a dejar de frecuentar bares.

viernes, 30 de octubre de 2009

A LESSON TO LEARN

No soy capaz de recordar la última vez que me deje embargar por esa dulce sensación que produce la ira cuando atraviesa el corazón y, como un mar embrutecido, sin atender a razones golpea a diestro y siniestro, patalea, se revuelca por el suelo, aúlla, no deja títere con cabeza, rompe la vieja vajilla heredada de la abuela, levanta su dedo corazón, se sube al tejado y les recuerda a todos sus semejantes que las madres que les trajeron al mundo tuvieron actitudes innobles en su juventud y por tanto su existencia no es más que un diminuto error en esta necia deriva que es la corrupta vida humana.

No, no lo recuerdo. Quizás estaba borracho o quizás fue de verdad hace tiempo. ¿Es hora entonces de volver a la carga? ¿La hora de la noche afilada? ¿De calzarme mis botas de caña y azotar los ojos de los caballos como decía Nekrasov? ¡Cabalgad! ¡Más deprisa! Esta noche no tiene final. No hay horizonte que nos ponga límite. ¡Tú, Azote, y tú también Chasquido! Mostrad la fuerza de vuestras patas y ¡cabalgad! Que sea la fuerza de vuestro poderoso corazón y de vuestra alma guerrera la que arrastre esta carroza por las profundidades cavernosas de esta noche. Ah, tan sólo el Diablo lo sabe. Pero el condenado es astuto. Astuto y sabio porque calla y no dice nada. Si esta noche tú, destino, nos llevas a su morada lo celebraremos con vino blanco y ostras, pues bien habrá merecido la pena el trayecto.

Abrid bien las orejas desgraciados, sacudid el polvo de vuestras ropas y con los ojos como platos contemplad por una vez. Cuántas veces habéis oído aquello de oídos necios. Se cuentan por centenas. De todos es sabido que la práctica de la política produce sordera, el acto de votar ceguera y la militancia activa invalidez. Pero si lo sabíais, ¿por qué entonces os dejasteis llevar por esa cosechadora de infamia que es el aparato político? Esa monstruosa creación salida de la mente del hombre. De esa máquina perversa que Dios, el destino o quién quiera que sea nos dio y para esto nos sirvió. Nunca tal idea saldría del alma de un hombre, porque los que lo idearon simplemente no tienen alma. Muchos son carne muerta, polvo, criadero de gusanos, y otros tan solo futuros sacos de pienso. Un alma es pura o no es alma. Es el corazón lo que se pudre y engendra los malos sentimientos como el orgullo, la soberbia, la prepotencia y la ira sin control. Se aturulla con razones que no entiende.

¿Cuándo aprenderéis criaturas? Mejor, ¿cuándo aprenderemos todos? Con lo sencillo que es y lo difícil que muchos se empeñan en hacerlo. No quiero adoctrinaros, maldita sea, pero es que esto está lleno de hijos de puta y gentes de mal, sin alma, sin oficio ni beneficio, sin cultura, sin paciencia, sin interés, con un ego tan inflado que nunca en una eternidad lo llenaría toda la materia del Universo, siendo por lo tanto foco constante de inseguridades, desgracias, penurias, depresiones y malestar que se contagia de unos a otros. Cada uno se convierte en un contenedor ambulante de normas, reglas y manías, que al juntarse y mezclarse unos y otros chocan una vez y otra vez. No hay que irse al Oriente, ya lo decía Camarón. Como el agua, como el río que fluye y acepta su lugar sin por ello renunciar a su esencia.

Yo también soy pecador, así que nos veremos todos en el infierno. Escuchad, me cago en la madre que les parió a todos. Necias necesidades de airear los intestinos falsos y corruptos. Vanas mentiras que buscan la caricia más falsa aún si cabe. Idiotas de librillo, wikisabios, relamidos, tunantes, recolectores de mininoticias que piensan que saben algo, profesores iletrados que tratan de ganar prosélitos, emisores de ondas psicotrónicas, estudiantes de estadística, bastardos en general, condenados a definitivo castigo de la indecencia. Y con todo esto ¿qué quiero decir? Muy sencillo. Dios nos da, Dios nos quita. Nos puso oídos, ojos y nariz. Pues eso. El que quiera que quiera y el que no…sálvese quién pueda o como ya decía Platón ¿para que me voy a mojar con la lluvia si nada voy a conseguir? Pues eso, que nunca aprendo.

lunes, 5 de octubre de 2009

A REMARKABLE FINDING

Ocurrió la semana pasada. Andaba yo en La Brasa, poniéndome del revés con un refresco de cola descafeinado, bajo en grasa, sin azúcar y sin burbujas cuando sentí la llamada de lo salvaje. O de lo natural, según se mire. El caso es que mientras le daba la vuelta a mi vejiga y la escurría bien escurrida con el fin de no dejar ni rastro de ese infecto líquido que había tomado y de paso mejorar la absorción de los compuestos vitamínicos, encontré apoyado sobre la cisterna un cuadernito de esos de canutillo con las tapas desgastadas y con un nombre grabado: Andrés. Como se suele decir me faltó tiempo para esconderlo debajo de mi camiseta, pagar mi consumición, decirle a mis compadres que tenía prisa porque trabajaba al día siguiente, cosa que era mentira, e irme a mi casa para, acomodado en mi sofá de patas talladas al estilo moderno, es decir lisas y lasas, disponerme a leer este curioso cuadernito. Y esto es lo que averigüé.

Resulta que Andrés, muy al contrario de lo que se piensa, es hijo de padres castellanos. Su padre de Zamora y su madre de Palencia. Sangre fría, castiza, bizarra, gallarda, yerma, seca, gélida y árida es esta. Y cómo no, ancha. Le tocó ser el mayor de cuatro hermanos y de ahí su porte frío, distante y sus aires de superioridad. Por motivos de trabajo la familia se fue a China, a la provincia de Huang-Shu, cerca de la costa del mar Ladino. Allí Andrés aprendió el idioma, se familiarizó con las enseñanzas del Tao, aprendió cocina china, se amagó con varias muchachas y entabló una profunda amistad con un tal Shiao-Pei, estudiante de Relaciones Culturales en la Universidad local. Su familia fue un modelo de integración social. Tan sólo les faltaba rasgarse los ojos y pintarse de amarillos para ser del todo chinos.

Esta situación del todo excepcional no se puede comprender sin conocer los asuntos en los que andaba metido su padre. Poseía un negocio de importación…digamos…de una manera sutil…de…carne. Si, esa es la palabra. Transportaba carne de China a España en barco. El viaje duraba aproximadamente dos meses, en los cuales la carne no era tratada como era debido. No recibía comida ni agua y se hacía todas sus necesidades encima en un habitáculo de dos metros cuadrados. Una vez en España, esa carne era sabiamente rentabilizada aplicando las teorías económicas Marxistas, bien aprendidas por ciertos gobernantes chinos. Dicho negocio reportaba a su padre y a la familia jugosos beneficios y no poco respeto. En definitiva era lo que conocemos como gente de bien.

Pero, ¡ah, cruel destino! La familia cayó en desgracia por una torpeza. Resulta que una noche en la que se celebraba una gran fiesta en casa de los Sañudo, pues tal es el apellido de Andrés, ocurrió un pequeño desastre. Andrés bebió más de lo debido y no tardó en organizar todo un espectáculo. Un verdadero escándalo. Primero aseguró que en su entrepierna tenía una varita mágica capaz de convertir a cualquier mujer en una auténtica cerda, luego lanzó bolitas de carne de pollo frito al escote de la hija del gran Hu-Tang-Jao, mafioso, traficante y más conocido en su ciudad como Iracundo Jao, y después se puso a cantar la Internacional utilizando la letra de una popular canción picante. La lista de las imbecilidades cometidas por Andrés esa noche es larga y ocupa cincuenta páginas en su diario. Resumiré pues lo que de verdad interesa, que es el desenlace de aquella noche fatal.

Los grandes señores invitados a la fiesta se sintieron no solo indignados, sino directamente atacados e insultados. Por ello, a la semana siguiente pasaron a la acción. Sus dos hermanas fueron violadas y descuartizadas, su hermano de diez años fue abandonado en el desierto del Gobi sin comida ni agua y sus padres fueron obligados a dispararse el uno al otro. Su madre dudó un instante y cayó fulminada. Su padre se echó a llorar al ver lo que había hecho y trató de acabar con su vida, pero ya no había balas. Y antes de morir con el cuerpo lacerado por la tortura, tuvo que comer los restos de sus hijas, cosa que le llevó una semana completa. Andrés, no se sabe cómo, consiguió escapar y regresó a España como lo que era: un trozo de carne.

El resultado de este periplo es lo que todos o casi todos sabemos. Andrés se hizo con el control del tráfico de carne en cierta localidad de España y como tapadera abrió un típico bar español pero con ciertos toques orientales. Supo combinar ambas esencias de forma sabia, y prueba ejemplar de ello es el rollito relleno atravesado por algo tan español como un palillo. Esta, queridos amigos, es la historia que se esconde detrás de Andrés. Esto explica la existencia de personajes emblemáticos y por otra parte arquetípicos como la guarrona, el chino del BMW, el corte de pelo de Andrés y su tufillo a colonia cara, los cubatas de infarto, los platos de jamón a cinco euros, las constantes reformas, el menú de barbacoa, el salón secreto que nadie a visitado jamás y los parroquianos, desde el director guión barra entrenador hasta los rumanos pasando por la vieja ludópata y por supuesto nosotros mismos. La cuestión ahora es ¿vamos a seguir yendo a este garito?

domingo, 6 de septiembre de 2009

GUILTY

Desearía hoy contar lo que me ocurrió hace unos pocos días cuando me encontré con uno de nuestros camaradas. Él, seguramente dejándose llevar por su impetuoso ánimo, comenzó a despotricar a diestro y siniestro. “ ¡Camarada! – dijo- esto es un atropello. El maldito hijo de mala madre se niega a trabajar.” “Calma camarada, explíqueme lo sucedido. ¿Qué es eso que tanto le altera el espíritu?” “Pues verá, hace unos días que quiero visitar una librería y ¡no se lo pierda! Está siempre cerrada. Dos veces fui a lo largo del mes de Agosto, pero estaba cerrada. Resulta que el librero se toma el mes entero de vacaciones. No se conforma con dos semanas no. Necesita el mes entero y natural, de uno a treinta y uno. Bueno, pase el caprichito del señor, pero lo que me subleva es que el pasado sábado por la mañana, (se entiende que ya había pasado Agosto) me dirigí en pos de aquel libro que tanto me interesaba y ¡figúrese! Estaba cerrada. Pues ya es el colmo que después de un mes entero sin dar ni palo, no se digne a abrir un triste sábado por la mañana. Camarada ¿no le parece a usted irritante?”

“He ahí a un hombre libre” respondí. “¿Un masón?” “No hombre no, un masón no. Un hombre libre. Un hombre que se gana la vida de forma honrada con su librería, pero que no ha de rendir cuentas a nadie y por tanto trabaja cuando le place. Dime, seguro que cierra para comer” “Pues eso no lo se yo, pero casi seguro” “Verá camarada, hombres como estos hay más bien pocos. Le sugiero que se dirija a la librería en un día y hora razonable, se haga con ese dichoso libro y hable con él. Seguro que le dará algún buen consejo.”

Nuestro camarada pareció satisfecho con la respuesta y yo seguí mi camino mientras reflexionaba en el hecho en si. Un hombre libre…Claro, ojala todos fuéramos como él. Si todos, absolutamente todos, al ir a una entrevista de trabajo al oír que se exige trabajar fines de semana dijese: “De eso nada, adiós muy buenas.” ¿No nos iría mejor? ¿No tendrían que ajustarse las leyes del mercado a ese patrón? Imaginen que nos ponemos de acuerdo y conseguimos que existan días para descansar de todo. Descansar del trabajo, descansar de ir a comprar, descansar del gasto superfluo, descansar del perpetuo consumo, simplemente…descansar. Sentarse a leer, pasear por el parque, charlar con unos amigos.

¿Dónde está ese primer adalid que dijo no? Seguramente no está y es que ya lo dijimos: el ser humano se deja llevar por el servilismo, por que piensa, egoísta el, que eso va en su propio beneficio, cuando en realidad no hace más que perjudicarle a él y a al resto de sus semejantes. Por ello, pagamos todos. El poder de un pueblo reside en su totalidad no en la democracia tal y como la entendemos hoy que no hace más que dividirnos y enfrentarnos. Nos torea, nos marea y nos confunde a su gusto y para su beneficio. Si todos renunciamos a ese servilismo, al esclavismo, a aceptar condiciones miserables de vida, entonces quizás aparezca la luz al final del túnel.

Pero mientras tanto seguiremos dando palos de ciego, pero palos al fin y al cabo. Y eso al menos a algunos les basta. Hasta que no nos demos cuenta de que todos somos culpables, nada cambiará. El día en que la culpa de todas las miserias y desgracias sea compartida por todos, pues igual de culpable es quién actúa de mala fe como el que lo consiente y más todavía el que transige y pone sus posaderas en pompa, será el día en que el hombre de verdad despierte a su ser. Lo repito: todos somos culpables. La cuestión es ¿quién está dispuesto a dar el primer paso? Nadie. ¿Por qué? He encontrado que la respuesta a esta pregunta tan esencial es que el hombre no tiene fe en sus semejantes y es por ello que prefiere ahogarse solo a que le digan cómo lo tiene que hacer.

lunes, 24 de agosto de 2009

A THOROUGH INVESTIGATION

Quisiera hoy sacar a la luz un reciente estudio realizado por uno de nuestros camaradas. Sus investigaciones tienen toda la garantía que ofrece el moderno método científico: ninguna. Pero sus conclusiones son del todo apabullantes. Esto es: el ser humano tiene una tendencia de carácter positivo al servilismo. Esto no solo tiene relación con que sea un ser vil, no. Es más bien con la tendencia a postrarse, a ponerse de hinojos, a inclinarse ante algo: un ídolo, una idea, un concepto, una persona.

El ser humano dotado de libertad prefiere inclinarse ante algo antes que afrontar el duro ejercicio de responsabilidad que conlleva el uso del libre albedrío. Algunos se inclinan del mismo modo que lo hicieron sus padres y otros encuentran otros lugares en los que dejar su libertad. Hay que entender esta aquí no sólo como la capacidad de elegir, sino como el hecho diferencial definitivo que nos convierte en seres humanos y no en meras marionetas.

Paso ahora a referir parte del estudio realizado. Al preguntar a una persona cómo se considera a sí misma estas fueron las diversas respuestas: yo soy de izquierdas, yo de derechas, yo católico apostólico y romano, yo musulmán, yo ateo, yo librepensador, yo español, yo negro, yo vasco, yo francés, yo ciudadano del mundo, yo comunista estalinista, yo falangista, yo punki, yo moderno. También, al preguntar qué libro tienen en su mesita de noche, y entiéndase la pregunta en su sentido metafórico, es decir su obra mejor valorada, más leída o influyente, las respuestas fueron muy variadas: la Biblia, el Corán, la biografía de Sabino Arana, yo la de Bakunin, el Kamasutra, la vida de Pablo Iglesias, Mis ocho años de gobierno, Así habló Zaratrusta, la guía de la tele, Business for Dummies, Ignacio: ese necio. Como ven, un amplio elenco de lo más selecto.

Qué se deduce de estos comportamientos. Que el hombre necesita adoctrinarse. Y si no lo hace por propia iniciativa lo hará de forma inconsciente. Se llena a sí mismo de etiquetas con las que se presenta al resto de la gente y en base a las cuales rige su comportamiento. Un ejemplo: está demostrado que si un ateo trata de explicar la teoría de la evolución de Darwin a un creyente de la fe cristiana, este último invariablemente se ríe y compadece al pobre ateo.

Esas etiquetas son las que marcan sus inclinaciones y nos dan una pista de dónde exactamente se inclina, se arrodilla esta persona. El objetivo de este subterfugio no es otro que delegar el uso responsable de la libertad y a la vez disimular la condición humana. Un individuo tiene antes una conciencia de nación, de clase social, de raza, de pensamiento político o religioso, de tribu urbana que de su propia humanidad. El día en que todo este cambalache desparezca será el día en el que podamos entendernos y arreglar nuestros problemas. Pero mientras sigamos empeñados en defender lo que creemos que somos y no lo que verdaderamente somos no se resolverá nada.

Estas son las consecuencias esenciales a las que nuestro querido camarada ha llegado. Su intención es hacerlas públicas y que todos se puedan beneficiar de estas conclusiones que según él ayudarán a mejorar la vida en el planeta. Pero a la vez tiene un pánico terrible. ¿No será todo esto algo más ante lo que inclinarse? ¿Un motivo más de disputa? ¿Una nueva forma de sumisión? ¿Una esclavitud disfrazada con buenas intenciones y nada más? ¿Otra barrera a la comunicación? Desafortunadamente la respuesta a estas preguntas ya no la podemos dar nosotros.

martes, 18 de agosto de 2009

SAY BITCH DO

Sencillo jeroglífico. Di, puta, do. Me pregunto de dónde vendrá la palabrita de marras y si será cierto que, al igual que las putas, ganan dinero jodiendo. Desgraciadamente me temo que es así. Y lo peor no es que ganen más que suficiente durante el tiempo en el que ejercen su función. El problema es que, cuando dejan de ejercerla, ¡también siguen cobrando! Y pueden dedicar su tiempo a lo que les plazca, que suele ser en muchos casos vivir del cuento aprovechando la gran cantidad de amigos, contactos y gentuza variada que han conocido durante el tiempo en que han estado holgazaneando en fiestas y convites y engordando el culo en hemiciclos, conferencias y chiringuitos de playa, si la dicha es buena. Y no contentos con ello, encima son intocables por la ley. El sacrosanto Imperio de la Ley se lo pasan por el forro de los cojones. Perdón por la grosería. Pero no van por ahí los tiros. No son los tiros de farlopa que vuelan por los retretes. No. Van por donde Tejero: ¡a la cúpula del Congreso!

Me pregunto yo. ¿Qué lleva a un individuo a querer representar a los españoles? ¿A dar su vida y su tiempo en algo que parece tan tedioso y aburrido? Quiero pensar que hay gente con ilusión, que en un principio cree de verdad en la posibilidad de cambiar las cosas. Gente con ideales de justicia y de libertad. Personas dispuestas a dejarse el entrecejo para que nosotros, españolitos de a pié le joda a quien le joda, podamos vivir con la seguridad de que nuestros hijos tendrán una educación seria, acceso a servicios sanitarios como Dios (si, amigos, con mayúscula) manda y para nosotros, ay angelicos, una jubilación que nos permita jugar al ajedrez en el parque los días de sol sin preocuparnos porque la nevera esté vacía.

Pero claro, el alma humana es frágil y se corrompe con suma facilidad. Qué sencillo resulta doblegarse y humillarse. Así acaban todos ellos, y nosotros, legión de necios, se lo permitimos. Ellos van a lo que van. Un diputado debería sentirse pagado con tener la posibilidad de servir a su país. Que tenga un sueldo digno mientras tanto lo comprendo. Pero ya vale de prebendas. ¿Quién se creen que son? ¡Señores feudales! Basta ya de pamplinas. Cuando acaben de servir, que se pongan a trabajar como todo hijo de vecino. Por que no son más que eso, nuestros criados. La culpa es nuestra que les hemos elevado a lo más alto. Un saludable gobierno reformista que buscase el bien del país haría una limpieza en profundidad de todos aquellos que no hacen más que chupar de la borrega, mientras que nosotros le damos a la sopa boba que nos ofrecen.

Mi propuesta es que se acabe con tanta tontería. Lo primero es terminar con la militancia política, cuna de sectarismos y dogmatismos que a nada bueno conducen. Ningún diputado o senador debería de tener ideología política. Coño, para ponerse de acuerdo en cuántos médicos necesita un hospital no hay que ser rojo o azul. Tan solo hay que tener sentido común. Ese sentido tan poco común y que de nada vale si no lo tiene el vecino. Se necesitan cuestionarios de aptitudes y un análisis profundo de las motivaciones de cada individuo. ¿Viene usted a trabajar o sólo por la pasta? ¿Cómo puede ser que haya gentes sin estudios, sin formación, terroristas del lenguaje, sectarias a más no poder manejando asuntos que claramente les vienen grandes? La explicación se llama mamoneo político. Nos ofrecen una bolsa cerrada con los candidatos y ya está. Te guste o no te guste es lo que hay.

Votantes de base ¡despertad! Sois tan culpables del desastre como ellos. Con vuestra persistente insidia permitís que vivan como grandes señores. ¿Hasta dónde les vais a permitir llegar? ¿Cuándo echará el cierre esta fábrica del disparate? Con lo sencillo que es todo. Ellos están tranquilos en sus sillones de cuero porque saben como entreteneros y mantener vuestra mente ocupada. Son maestros del despiste, fabricantes de cortinas de humo. Culpables somos todos, que lo hemos permitido. Que esos hijos de puta dilapiden según su mejor parecer lo que es de todos. Pero insisto, tan culpable es el que roba como el que lo permite. Y esos sois vosotros, votantes de base incapaces de analizar la circunstancia y pendientes siempre de que no gane el enemigo. El uno por el otro, la casa sin barrer. País de burros.

martes, 4 de agosto de 2009

NEVERMIND

Mundo moderno, sociedad de la información, desarrollo sostenible, nuevas tecnologías, derechos humanos, seguridad, primer mundo, democracia, libertad, España. Vivimos en la gran época del hombre. Las sociedades civilizadas y avanzadas han llegado a su estado natural de paroxismo extendido en el tiempo de forma infinita. Esto es, el clímax de nuestro avance social se mantiene fijo, inalterado, impasible ante las adversidades, las críticas y los golpes del enemigo sectario, del asesino de la libertad, del terrorismo, del extremismo, de los totalitarios que nos amenazan con soflamas de índole moral, que hablan de valores y no de moral laica, destilada de lo más progre, cutre y rancio del resentimiento de los bautizados, confirmados y nunca confesados. Orejas para qué os quiero.

Cierto es que tenemos libertad. Pero en estos tiempos, ya no locos sino rematadamente estúpidos, la libertad ya no es una cuestión ética. No se plantea en términos de qué es la libertad, de qué nos sirve y sobretodo qué es lo que hace al hombre verdaderamente libre. Nuestra libertad es elección. Eso se no explica de pequeños. Podemos elegir. Tenemos libertad de acción, libertad de elección, libertad de movimiento, y si alguno se aviene a pensar, libertad de pensamiento. No se engañen los creyentes en la democracia, ésta siempre ha existido. Otra cosa es la libertad de expresión. Cuando somos pequeños y nos explican la historia, nos hacen creer que es lo mismo (pensamiento y expresión) para magnificar el terror del pasado. Nadie puede callar esa voz, nadie. Pero, me voy por las ramas…

¿Qué estaba diciendo? Ah, si, la libertad. Mi libertad acaba donde empieza la tuya. Es una definición razonable, que debería fomentar la convivencia y el espíritu de vecindad. Pero cuando tu vecino es un hijo puta desconsiderado, uno deja de creer en eso. Vivimos en una tierra libre. ¿Libre? ¿Está acaso libre de la tiranía de los corruptos? ¿Libre de aquellos que a golpe de puchero, caldero, marmita y propaganda diseñada para el más memo del barrio se perpetúan en el poder? ¿Libre de los dictadores de las modas? ¿Libre de putas en televisión, canallas desgreñados, corruptores de menores de treinta? ¿Libre de publicidad en todas las esquinas? ¿Libre de parques temáticos, ideas tontas descafeinadas, cerveza Light (por el amor de dios en qué estamos pensando), libre de censura?

Así podríamos estar un buen rato. ¿De veras? Si. Es cierto que disfrutamos de una sana libertad. Puedo pasear por la calle, estar en el bar, sentarme en el parque, ir en bici, hablar de política, de la guerra, de literatura, verter opiniones fundadas o infundadas, construir teorías bizarras, gritar, montarla,…y la censura será solo la que mi pudor mi imponga. Es decir, dependerá de dónde y con quién me encuentre. Hay gente que se pone nerviosa según que cosas digas. La autocensura no morirá nunca camaradas. Sin embargo no dejo de pensar que nos quieren ahogar, con sus normas y más normas y más regulaciones para absolutamente todo lo que uno pueda llegar a imaginar y a veces incluso más. Sospecho que de aquí a unos años freír unos calamares en tu casa será un delito castigado con la cárcel. Tiempo al tiempo. La idea es irnos limitando, poco a poco. Esto es un proceso, porque la historia ha demostrado que los cambios bruscos y las revueltas llevan a ciertos sectores de la población a la disidencia.

Así llegamos a la nueva libertad; nuestra libertad. Somos tan solo libreconsumidores. Gente, personas, humanos incluso condenados a consumir. El cerco se va cerrando, y la prueba es que no se reforma el sistema educativo. A nadie le interesa. Primero porque eso no da votos en el corto plazo y segundo porque nuestro sistema libertario (de carcelario) no aceptará personas formadas. Gentes cultas y educadas con punto de vista propio. Con capacidad crítica y sobretodo con ganas de señalar los defectos no con el ánimo de insultar sino con la intención de corregirlos. No. En lugar de eso tenemos la tele, porno en Internet, fútbol, bares de copas, Harry Potter, legiones de universitarios que no saben hacer la o con un canuto y otros tantos, valerosos, criando malvas en algún culo de saco.

Premio al pelotero y arrastrado, al que pone el culo y nos pone a todos a su nivel. Podría cerrar con un “así nos va” y unos puntos suspensivos pero no. Podría ser también con un “ cada uno lo que se merece”, pero no. ¡Despierte! ¡Avive el seso dormido! ¡Sacuda el mantel de las migas de la estupidez! ¡Grite! ¡Cabalgue la verdadera libertad! ¡Salga del sueño, del suave letargo, de la duermevela de frío de cuchillo afilado! ¡Vuelva! ¡Vuelva España! ¡Vuelva la cordura, vuelva la razón! ¡Vuelva La Pepa, vuelva Don Miguel! ¡Vuelva! Vuelva tan solo un poco de sentido común, solo eso. ¡Camaradas, en pie! ¡Despertad, malditos, despertad!

domingo, 26 de julio de 2009

JULY, JULY...


Son estos días calurosos del verano los que le dejan a uno para el arrastre. La asfixia producida por el calor acogota los sentidos y apocopa el entendimiento dejando la reflexión en una parva línea translúcida. Se apodera de uno esa extraña sensación de flotar en un retazo de tiempo, en un trozo de verano, un pedazo de mes, un fragmento más de un año que acabará formando parte de los últimos estertores de una década nefanda. Son instantes de tiempo velado, de tiempo no consumido pero gastado irremediablemente en los más necios sinsabores cotidianos. Las ideas se transforman en un líquido ligero y vaporoso y la fuerza de los rayos del sol las evapora a través de los poros de mi cráneo y estas se van, se van lejos. Solo espero que la lluvia las deposite dulcemente en tierras fértiles de las que pueda manar algo que valga la pena.

Y mientras tanto, uno tiene la certeza de que existe. Pero ¿estoy vivo? Aquellos que dicen que el conocimiento de la existencia de algo se basa en la existencia de su principio opuesto ¿tendrán que morir primero para saber lo que es vivir? ¿De qué les ha de servir? Yo tengo una clara conciencia de estar vivo. De ser, de existir, de estar y en ocasiones de parecer. Son esas las grandes palabras que inventó el hombre para reafirmarse. Palabras grandes como montañas, inapelables en su gran significado. Palabras que, valga la contradicción, expresan lo inefable. Y el hombre las encontró en su camino. Las estudió y reflexionó sobre su sentido y como su ser, su existencia, su estar y su siniestra apariencia condicionaban su vida en este universo. La prueba son las grandes bibliotecas. Ah, no estaban ociosas esas gentes; sabían escribir.

Y hoy, esas palabras han muerto. Esas grandes palabras se disfrazan, aceptan subterfugios y mutaciones diversas para ser, sin ser vistas. Hoy un individuo no dice: "Yo soy". Hoy, ese individuo sale a la calle pisando fuerte con sus zapatos de Armani y su camisa de rayas color pistacho de a cien euros la unidad y la gente dice: "El es". Y el sabe que la gente lo dice y se reafirma. Otros individuos salen de sus garajes y piensan "Yo existo". Mientras, aceleran sus grandes vehículos, todo-terrenos y deportivos tuneados equipados con grandes equipos de música, focos de campo de concentración, sistemas de sensores que les ponen en contacto con satélites colgados de un hilo en medio de la nada. Y la gente, alucinada, prorrumpe en gritos de admiración: "Ese si que existe" Lo dicen porque piensan que ese trozo de carne puesto al volante de un armatoste de metal está disfrutando de su existencia.

Pero en realidad, camaradas, todo eso forma parte de los trucos de prestidigitación de ese otro vocablo monolítico: parecer. Parece que son; parece que disfrutan; parece que existen; parece que la vida fluye por sus venas. Pero eso es todo. Viven en ese reino de la apariencia en el que muchos se declaran por pleno derecho príncipes, emperadores, reyes, conquistadores. Y en realidad solo hay que esperar a que los gritos del niño les pongan en evidencia, por que el ve con sus ojos de niño, preclaros, sinceros. Lástima que solo por ser niño no le crean. Así, su noble juicio pasará como charla de psiquiátrico en las nebulosas conciencias de la comitiva ciudadana.

Días de hoy, tiempos modernos, aciago destino, necia civilización empeñada en enarbolar la bandera de la decadencia. En las profundidades de los tiempos se agostan los grandes pensadores. Aquellos que dieron su vida y se dedicaron con esfuerzo a desentrañar los grandes problemas que nos acucian. Que azotan nuestra conciencia y desvelan nuestras madrugadas. ¿Sirvió de algo? Ellos duermen en la noche eterna y nosotros construimos un mundo inexpresivo donde no existe el lenguaje, solo la imagen. ¿Valió la pena el esfuerzo? Donde todo se enreda y se confunde en un amasijo palpitante de incomprensión. ¿Tiene sentido esa lucha eterna? Muchas veces tengo la sensación de no ser capaz de comprender absolutamente nada de lo que ocurre a mi alrededor ¿He de rendirme? Como si todo fuese un complejo enigma jeroglífico que no puedo descifrar. El mundo está loco, pienso. Qué hacer, qué hacer. Con esas ideas torpes, esos eslabones rotos, esos marcos oxidados que nunca encuadrarán nada, ah, qué dilema, dejar pasar, dejar hacer, dejar fluir, que corra, en el fondo nada importa nada...

martes, 30 de junio de 2009

TIME

Kicking away the moments that make up a dull day…” El tiempo, para algunos invento cruel y nefando, para otros piedra angular y eje de guía de la vida. Sobretodo de la vida Occidental. Base de una idiosincrasia que considera todo aquello que no sea productivo como una pérdida de tiempo, si se me permite expresarlo así. Yo pienso que existe el Tiempo, como una verdad inmutable y que es posible medirlo en términos humanos y a una escala práctica. Pero en el fondo es como la muerte. No tiene piedad, a todos nos iguala y el siempre prevalece. Es el conquistador eterno pues nadie puede vencerle, por mucho que se empeñen algunos testarudos.

Pero es ese tiempo cotidiano el que me interesa ahora, y es sobretodo el que interesa a aquellos que han tejido la tela de araña en la que nos vemos atrapados. Aquellos que han creado los horarios sabiamente combinados entre las rutinas del trabajo y del abastecimiento de servicios, básicos algunos, superfluos otros, para mantenernos atrapados en el tiempo. Los que han creado esa necia cultura del ocio. De pasar las horas con videojuegos, con la telecaca, bien aprovisionados de mensajes publicitarios y tontas melodías que se agolpan en nuestras cabecitas y nos impiden realizar la más noble de las tareas: pensar. Ser capaz de distinguir la realidad de todo aquello que es falso. Que es invento. Que es tan solo apariencia. De lo que nos confunde. La niebla de Urizen, la desgracia de Neptuno, el maya hindú.

Para ello se han valido también del trabajo. De un sistema en que la gran mayoría de los empleos, pues ya no existen los oficios, se basan en el desconocimiento absoluto del fin y del conjunto. Es como cuando los espías cifraban los mensajes por partes, de tal manera que en realidad ninguno de ellos conocía el sentido completo del mensaje. Tan solo la cabeza pensante y que dirigía el cotarro conocía lo que se iba a transmitir. Y para compensar tan insulsas vidas e impedir una rebelión fruto del tedio, el aburrimiento y la ignorancia se ha establecido ese sistema cronófago. Para evitar que las partículas del conjunto no se mezclen demasiado, no tengan actividad cerebral que lleve a una reacción en cadena.

Pero de todo esto ya habló Michael Ende en su novela, aparentemente infantil, “Momo”. Eran los hombres grises los que acumulaban el tiempo de los demás, para luego fumarlo. Empujaban a la gente a una vida ajetreada, como la de hoy en día en nuestras ciudades. Ese es el hueso de la madre del cordero que se cuece a fuego lento en los pucheros urbanitas de la moderna sociedad. Nos empujan, abusan de nosotros, nos bombardean con productos que no nos pueden faltar, con conductas que tenemos que seguir si no queremos ser tachados de retrógrados y marcados como apestados sociales.

Me pregunto si los imaginó grises porque estaban muertos como la ceniza. O si es porque eran fríos y grises como la roca. O si es porque tenían ese color del cielo tormentoso que no presagia nada bueno. Gris como el humo fétido que invade las ciudades y nos inunda hasta el tuétano. Quizás los imaginó grises como metáfora social. Si, quizás. Grises como la pluralidad. Grises como la impuesta igualdad entre hombres y mujeres. Grises como los presuntos sistemas democráticos, que no funcionan porque el pueblo elige a sus líderes a su imagen y semejanza y la gran mayoría es en el fondo ruin, mezquina y sobretodo fácil de corromper. Pero lo cierto es que, en este mundo ya tan gris y tan muerto, está todavía en nuestras manos decidir qué hacer con el tiempo que nos queda. Y ser consciente de ello es el primer paso...thought I´d something else to say.

domingo, 14 de junio de 2009

IDIOT TAX

Me gustaría disponer de un arma. ¿Un cuchillo, una balloneta, un arco, una ballesta?. No creo que no. ¿Qué tal un florete, una espada? ¿Un estilete quizás?. No, nada punzante o cortante. Una pistola. No espera, una escopeta. No mejor no. ¿Una metralleta? Si, hombre, de esas que llevaban los gangsters en los buenos tiempos de la ciudad de Chicago. No... Ya lo se. Un rifle. Uno de los cojonudos. De esos de asalto, con mirilla telescópica láser. Donde se marca con una crucecita el objetivo y...¡ Zas! Das en el blanco y asunto resuelto. Si, gracias póngame dos de esos y municiones para un Invierno en Estalingrado.

El coche lleva tuneadas hasta las arandelas de la caja de cambios. Es morado y de su equipo de música último modelo sale un ruido infernal creado sin duda alguna por el mismísimo Lucifer. ¡Boom, boom, boom! Maldito necio. Y encima lleva las ventanillas bajadas. Desde el salón de mi casa oigo como se detiene momentáneamente en el stop que está justo debajo de mi ventana, primer piso por más señas. Sin dudarlo cojo mi fusil de asalto, abro la ventana, subo la persiana y disparo. Reviento primero sus ruedas y luego los cristales tintados. Amigo, has trabajado como un idiota, y lo que te queda para pagar tu estúpido coche, y ya ves lo que te va a durar. En cuanto baja del coche le suelto un tiro en la cabeza y cae desplomado como una marioneta. Buff, que descanso. Se acabó el ruido.

Ya está otra vez aquí el imbécil de la motocicleta. Le da al puño del gas con rabia porque si no se le apaga el motor. ¡ Brun, brun, bruuuuuun!. Dios, si esperas a tu novia en la esquina, ¿no podrías apagar tu ruidoso motor y encenderlo luego? No, porque eres un hijo de puta y un desconsiderado. De nuevo me pongo en posición de combate y en un abrir y cerrar de ojos le lleno de plomo las ruedas. Se quita el casco, confuso, momento que aprovecho para meterle un tiro entre las cejas y observo como cae al suelo con la cabeza abierta como un melón maduro. Se acerca su novia corriendo y gritando y acabo con su vida, no vaya a ser que se le ocurra encender ese trasto del demonio.

Me importa un bledo si eres sudaca, negro, latino, africano, blanco o simplemente idiota. Pero me jode estar durmiendo y escuchar por la calle como esos panolis se pasean con sus móviles por debajo de mi casa haciendo sonar sus politonos y canciones obscenas a todo volumen para que todos observemos su mal gusto musical. Existe una cosa que se llama audífono, más conocida como cascos. Y sirve para que solo "tú" escuches la música. Es sábado por la noche y la calle se llena de estos especímenes, así que en lugar de dormir me visto de negro y me parapeto en la ventana. ¡Pam! Uno menos. ¡Pam, pam! Así aprenderéis. ¡Pam, pam, pam! Si es que os lo ganáis a pulso...

Párrafo aclaratorio:

Queridos amigos y simpatizantes de nada. Lo anteriormente escrito es solo una metáfora de mi rabia ante la estupidez. Solo quiero aclarar que de momento no tengo intención de cometer asesinato alguno y mucho menos hacerme con un arma de fuego. Es conocida mi afición a decir:"la gente es idiota y nunca me cansaré de repetirlo" y en efecto no me canso. Pero no por eso justifico la matanza de inocentes. Este es el mundo moderno y el precio que hemos de pagar por el progreso y la tecnología es el ruido. Es la pérdida de nuestra paz, de nuestra tranquilidad, de nuestro sosiego. Somos una sociedad que no conoce el silencio. Y eso es una tragedia y un precio muy alto. Y ¿qué hace nuestro querido gobierno, siempre tan dispuesto a velar por nuestros derechos, nuestra salud y nuestra libertad? Pues en lugar de preocuparse por crear un sistema educativo que funcione, razonable, serio, de donde salgan ciudadanos respetados, respetables y respetuosos, gente culta, educada y cordial y así evitar que ocurran cosas desgradables, lo que hace es otra cosa: Nos sube el impuesto del tabaco.

viernes, 5 de junio de 2009

FOOL´S DAY (Jornada de reflexión)

¡ Camaradas! ¡Compatriotas! ¡ Conciudadanos! ¡ Compañeros y simpatizantes!. Ha llegado la hora. La hora de ponerse en pie, allí, plantados sobre los cuartos traseros. De llevar nuestra dignidad colectiva a una posición vertical completa, para que los rayos del sol reflejen sobre ella la verdad. Una verdad tierna, dulce y profunda que todos albergamos en nuestros corazones, menos aquellos que lo tienen negro. Tan oscuro y tan podrido que se comporta de tal manera que absorbe toda la luz y es incapaz de reflejar nada. Tan solo ira, mentiras y más mentiras. No os dejéis engañar por aquellos que solo piensan en su propio beneficio.

¡Estimados amigos! Por todo ello os pido que, en un acto solemne, os pongáis en pié y acerquéis la mano a vuestro pecho y comprobéis si todavía os late el corazón. Y si notáis ese pálpito de vida, ese rumor interno, que sale de dentro de vuestro pecho, entonces alzad conmigo la voz y cantemos de alegría. De puro jolgorio. De la fiesta de la democracia. Yo, amigos, os pido tan solo un voto. Un voto de confianza, depositado en la urna con el corazón, y no con la cabeza. Un voto para construir un futuro más sólido en el que todos nos abracemos y vivamos juntos en paz y en armonía, pues es lo que nos merecemos. Un voto de luz, para dejar atrás un periodo de oscuridad y mirar hacia adelante con esperanza, unidos todos en un abrazo final.

¡Compañeros de viaje! Desde esta mi humilde posición, que me convierte a vuestros ojos en privilegiado, os pido que me ayudéis a conseguir este noble objetivo, que enriquecerá nuestros horizontes, mis bolsillos y los de mis amigos. De la misma manera que mis rivales, no tengo principios. Pero si finales. Yo nunca os mentiré ni os engañaré, tan solo ocultaré las partes más innobles de mi tarea. Pero, ¿acaso es delito ayudar al que está necesitado? Y si mi cuñado es fontanero ¿no va siendo hora de cambiar las tuberías del palacio presidencial?. Y si la gran final del mundial se juega en Roma ¿ no va siendo hora de planificar una visita al Santo Padre, de cuyas bendiciones y plegarias estamos tan necesitados en estos días aciagos?

¡Camaradas! Acudid en masa a las urnas, y, si no es así entonces que no vaya nadie. De esta forma, con mi voto, el de mi mujer, el de mi perro que se llama Lalo, que también está censado, nos aseguraremos un futuro que nos merecemos. Que me lo merezco yo, y todos vosotros. Quiero que seáis testigos de mi disfrute. Que veáis mi vida como si fuese una película. En este plano bajo del avión, y solemne escucho el himno de nuestra rojigualda mientras pienso si en el hotel habrá taza turca o retrete normal. Quiero que me veáis feliz. Por que solo así sabré que vosotros lo sois, pues eso es lo único que importa. El camino es duro y arduo. Hay que ser persistente y abandonar muchas cosas. Yo, por ejemplo renuncié a toda mi dignidad para estar hoy aquí, reunido en hermandad con vosotros.

¡ Amigos! No me falléis en estos momentos de necesidad y yo prometo no dejaros de lado cuando las cosas vayan bien y no existan problemas ni preocupaciones. Quiero que veáis en mi no a un hermano. Sino a un padre. Cuando miro atrás en el tiempo, solo me arrepiento de no haberme afiliado al partido rival, pues descubrí ayer que sus dietas son mucho más generosas. Pero eso ya no importa. Lo que importan son los ideales. Por eso los hemos importado todos. De esta manera os pido una vez más. Os ruego de forma encarecida. Os suplico que por favor, por vuestra vida y la de mi fiel perro que os unáis a nuestra causa. Que votéis con fuerza. Con tanta que las urnas salgan volando por las ventanas y todos los ciudadanos sean partícipes de mi triunfo, que es solo vuestro, aunque el disfrute de tan ventajosa posición sea solo mío. Y como último recurso os diré. Votar, aunque solo sea para que no gane el otro. Y ahora todos juntos. Un, dos y un, dos, tres: ¡Mierda!

viernes, 29 de mayo de 2009

BIDING MY TIME

Llega la primavera y llega el calor, y con ello la época de rasgarse las vestiduras. De gritar a los cuatro vientos las consignas aprendidas en la escuela de necios. Del propagandeo servil, de la defensa de los intereses propios. Entre Rajaos, Rojoys y Rajoys. Entre caricaturistas que son una caricatura de si mismos metidos a candidatos del desprecio. La hora de desvelar el Mayor número de chanchullos y trapicheos propios y ajenos. La hora de meter la pata hasta el fondo, la hora de enseñar en alto la rosa y acabar con Rosa. El momento de dejar volar las gaviotas y esconder las águilas. El partido se juega en Europa pero nadie habla de Europa. Quizás siga secuestrada y nadie pagó el rescate. Quizás con el partido se referían al Barcelona. La crisis está para vencerla y demostrar que somos mejores. No, la crisis está para hundirles y devolverles a las covachuelas del poder. Aquí nadie se aclara aunque todos tengan la receta. Para la angustia existencial nada mejor que los remedios tradicionales, las drogas, la literatura, el sexo. Siempre habrá crisis. Entretanto los que saltan a ese compás de una Europa que no se mira sino en el espejo del esperpento eligen en función de quién deja más limpio su patio trasero. Y los veletas meditan profundamente acerca de cual es la mejor opción. Son momentos de pasión para los dedócratas y los adoradores del monolito del bipartidismo. La hora señalada para soltar a los perros enseñados a morder la garganta, pero nunca a matar. Nunca preparados para dar el golpe de gracia que saben acabaría con ellos mismos. La rueda gira, aunque sea cuadrada. Obama ben Laden se desahoga con imágenes secretas, solo accesibles para los adoradores del poder, mientras uno de los países más pobres y miserables de la tierra amenaza al mundo libre, que todavía no sabe que primero ha de liberarse de si mismo. Pero es normal, nunca tuvo la opción de tener una beca a su disposición para acabar sus estudios. Ahora la tiene. Veremos si es capaz de aprovecharla porque si no se la retiran y serían capaces de cobrarle los posibles intereses que se habrían generado al colocar ese capital en algún fondo de riesgo. Y aún a pesar de ello son capaces de ejercer un dominio extraordinario del género audiovisual. Para que luego digan que el cine español está de caspa caída. Cuando se trata de soltar carnaza para que toda una serie de expertos en nada y de bobos sin seso la devoren, la trituren y se la lancen con rabia a la cara de sus enemigos, para eso, no tienen igual. Ay, amigos. Son más listos que todos nosotros juntos y siempre consiguen su objetivo. Que se hable de ellos, de sus dispendios, de sus desmanes, de sus amantes, de sus apocopados intelectos, de sus mentiras para mantener oculta su piedra filosofal, su leif motiv, su puchero de las delicias, caldero celtiberico, barba de druida, mandrágora triturada en jugo de esperma de ahorcado, su Grial, su himno personal y secreto. Mantenerse, perpetuarse siempre, siempre y por siempre en el poder. Ellos, sus hijos, su familia, sus amigos y los amigos de sus amigos, aunque sean sus enemigos porque en esas esferas son todos hermanos masones de una estúpida logia que consiste en mantenerse alimentado de forma vitalicia con los bolsillos de unas pobres focas a las que tiran pescado podrido de ven en cuando para causar confusión, alegría, alborozo y si se puede pelea. Cortinas de humo de barbacoas fétidas cuyo ingrediente principal es la carne humana. La nuestra. La suya. La tuya. La mía.

viernes, 22 de mayo de 2009

MUNDO IRACUNDO

En mi opinión todo es una mierda. Quizás porque principalmente estamos aquí para llenarlo todo de mierda. Y no contentos con nuestros orificios anales que embadurnan el planeta de olores, sabores y en el fondo nutrientes, hemos inventado tal cantidad de productos, envases, bolsas, envoltorios y residuos en general que permiten que una ciudad del tamaño de Palencia pueda competir en un concurso de ensuciar con los culos amarillos de todo Taiwán. Y esto es solo una pequeña muestra. No quisiera extenderme en un tema así, aunque podría.

En mi opinión, la gente es idiota. Pero decir esto es una necedad y solo prueba que yo también soy un idiota. Y es una tontería decir tal cosa porque el hecho es más que obvio. Y no me refiero a Internet o a la televisión, sino al día a día. A la gente que ves en la calle, en el trabajo, a los imbéciles de tus vecinos, a las tías que se visten como guarras y luego se quejan porque les miran el escote, a los niñatos que pegan carteles para partidos políticos, esos necios que les hacen el trabajo sucio a personas que no se molestarían ni en chasquear los dedos por ellos. Ay, amigos. La lista es interminable y nos podríamos mover en un espectro tan amplio, que daría miedo. El que quiera entender que entienda.

En mi opinión la política es una mierda. Bien caliente y “oloriente” como diría algún ministro. Y ellos se empeñan en representar esta gran caca que es la política y todo lo que se mueve a su alrededor. Sobretodo en su nivel circense, parcantero, de pito y banderita. Cuando hacen sus gloriosas apariciones mordiéndose los unos a los otros y haciendo proclamas a cada cual más idiota. Se enfrentan con rabia los unos con los otros, haciendo siempre gala de un gran “temple democrático” que diría aquel y de lo que su burlaría el de más allá. Son como animales enjaulados, perros rabiosos, monos en celo. Pero cuando se van las cámaras son tan amigos y comentan en que puesto van los cabezas huecas de sus hijos en el torneo júnior de golf.

En mi opinión todo está podrido hasta la raíz. La sociedad en la que vivimos es así. Sucia, necia, cutre, hortera. Todo el mundo tiene una opinión y algunos se consideran tan ilustrados y tan importantes que se creen capaces de dar lecciones a todo el mundo. Son normalmente estos hombres, que se aman mucho a si mismo, grandes pajeros. Masturbadores de las ideas más torpes. Y claro, al final sale lo que sale, y es que de tal palo tal astilla y de esperma podrido ideas nefandas. Tienen además tendencia al insulto fácil cuando se ven acorralados y siempre buscan los favores del público con salidas del tipo: “Es que la gente no es tonta” o “¿Cree de verdad que va a engañar al alguien con esa patraña?”.

Amigos, en mi opinión, no es que todo se vaya al garete, no. Es que hace tiempo que se fue y estamos tan engaretados que ni cuenta nos damos. Pero a mi plín, Tomasín. Hay gente que se queja y se queja y se queja y lloriquea y dice esto es injusto, esto es una mierda, la vida es una desgracia, y bla, bla, bla. Estos sujetos si que son peligrosos y les recomiendo alejarse lo más que puedan de ellos. No son más que somníferos humanos que solo quieren joderte la existencia con sus desgracias. Yo, lo veo claro. U oscuro. Color hez. No se. Pero no importa, porque en el fondo siempre ha sido así todo. Y así será. El vulgo es el vulgo, la chusma la chusma, los dirigentes amasan poder y riquezas, los desheredados desayunan rata, los miserables se chutan la vena por las esquinas, las clases medias se hacen con el medio de transporte más popular, los necios aplauden el ágora de canallas, los iracundos arremeten contra todo, los enfermos mendigan una monedas para la tragaperras o para farlopa y los borrachos nos vamos a lo nuestro. Al hotel. A la mierda.

domingo, 3 de mayo de 2009

PORTRAIT GALLERY III

" Pablo, Pablín, Pablito clavó un clavito. Cuántas veces a lo largo de mi vida, y sobretodo en mi infancia, he tenido yo que escuchar esta dichosa frase. Porqué se empeñaban todos en que yo tenía que haber clavado un clavito. Quizás fuese una premonición y la gente, de una manera inconsciente, quería dar sentido a mi vida. Hazte carpintero, como Jesús. Clava clavos, da forma a las maderas y trabaja solitario en tu taller. Poco importa que sea de sol a sol. Preferiría mil veces el olor a barniz, a serrín, a viruta y a cola que la peste de la fritanga nebulosa en la que me veo envuelto cada día, excepto los lunes que es mi día de descanso. Puede ser que en mi tierna infancia no supiese adivinar el significado de esta frase que la gente me repetía, como un mantra protector. No lo supe ver y ahora..."

"Ahora mi pasado está olvidado, mi futuro no existe y mi presente se diluye con cada gota de grasa que me chorrea de la frente. Con cada caña que sirvo. Con cada cliente, bueno o malo, que entra por la puerta y me dice "Pablo, lo de siempre". Claro, como no. Para eso estamos aquí, para lo de siempre. Para ser un esclavo de mi mismo. De mi inutilidad. La vida es una mierda y la mía la siento como una desgracia. Como un castigo que día a día he de sufrir, y es que odio mi trabajo. Si me viéseis ahí, jamas creeríais lo que os digo. Cuando estoy ahí, al pie de la barra sirviendo cañas, vaciando tubos en tres tragos, apoyando el cigarrillo en las neveritas de los refrescos y los zumos, cuando me sueno ruidosamente la nariz con la mano y me limpio en el pantalón y acto seguido meto una de morro, empujando los pedazos de cerdo muerto con mi mano sucia. Siempre tengo una sonrisa..."

" Mi sonrisa encandilaba a las mozas cuando era joven, pero claro, esto era cuando mis dientes todavía estaban limpios y cada uno se encontraba en su lugar. Y antes también de que me atrapase está calvicie que no acaba de decidirse a dar su golpe de gracia. Si, yo tenía éxito con las chicas. Pero ahora ninguna se fijaría en ese pobre desgraciado que huele siempre a gamba y a calamar y que resulta que no es pescatero ni tratante de mariscos. Solo Pablito (the bartender), el que a veces se hace pasar por el dueño del garito, cuando Freddy no está a la vista. Pero es falso. Soy solo un asalariado y ni siquiera pensar que, en el fondo, el rey también lo es, me sirve de consuelo alguno. Que desgracia la mía, verme aquí atrapado entre cucarachas y paredes amarillentas y carteles anunciado nuestras tapas y especialidades que se caracterizan por tener precios bajos y sabores similares, pues el aceite es siempre el mismo para todo y es una vergüenza que un calamar sepa lo mismo lo mismo que una gamba o , peor aún, que unas papas. Esta es mi vida..."

"Y qué vida amigos. Soy una desgracia. Cuando echo el cierre, al igual que cae la persiana caen mis párpados y se relaja mi sonrisa y me convierto en lo que soy. Un fantasma que pulula desde el bar a casa y de casa al bar y recorre las calles del barrio los lunes y los domingos por la tarde con una pesadumbre atroz y con un espíritu taciturno. Si me ves, detenido en la acera esperando a que el semáforo se ponga en verde, veras mi mirada muerta. Leerás en mis ojos la tragedia de una vida insulsa, insípida y maloliente. Fui feliz una vez, pero de eso ya no me acuerdo. A veces me solazo cuando bajamos a Salou y me acerco al del chiringuito de la playa y le espeto "Lo de siempre" Pero no funciona porque el tipo ni me conoce ni habla mi idioma. Mi alegría es entonces efímera. Cabizbajo me bebo cuatro cañas y me dedico a roer los huesos de las aceitunas. Y esto amigos, ocurre una vez al año..."

"Una vez al año me hago siempre la misma propuesta. Acabar con todo y empezar una nueva vida. Quitarme la cara de idiota de Freddy de encima, los ojilllos de retrasado de Ángel y al memo del Julito que se cree que ha tocado techo. Lo pienso, lo medito, hago planes y llego a la conclusión, tras un día de emociones desbordadas ante la perspectiva de una nueva vida, de que es imposible. De que estoy atrapado y entonces me devora por dentro una angustia desconocida y tengo ganas de echarme a llorar y quedarme tendido en una esquina de la casa a esperar que la muerte se apiade de mi y venga a recogerme. Duermo y sueño con una vida tranquila en un taller de carpintería y de repente una gamba gigante rebosando grasa y furia asesina aparece, devorando mi pequeño taller, y cogiéndome por los pantalones me zarandea y me grita. "Vuelve al trabajo gandul. Vuelve a la grasa" Me despierto empapado en sudor y es la hora de levantarse y abrir el bar. Entra por la puerta puntual como siempre Don Jacinto. "Pablo, lo de siempre". Si amigos, lo de siempre..."

martes, 21 de abril de 2009

CRISIS: AT THE BAR (feat. 4 idiots and Pablito, the bartender)

PACO: ¡Y una mierda!

PASCUAL: Que si, que te lo digo yo. Que la culpa de la crisis y del paro es de los de la derecha. Mira la que han líado con toda esa historia del capitalismo. Con su juego de libre mercado, ahora los pobres a pagar.

JULIO: En eso te equivocas de pleno. Seguro que tu prefieres a los comunistas. No te jode. Con esos ibas a ir tu fino. ¿Y qué pasa con todos los años de bienestar que hemos tenido? De esta saldremos. Siempre se sale, pero no será gracias a nuestro Gobierno.

PACO: Eso es, cojones. Moción de censura ya. ¡Rajoy Presidente! ¡Rajoy Presidente!

PASCUAL: Si ese no gobierna ni su partido, cómo va a gobernar un país.

JULIO: Eso es lo que pensais todos, pero os equivocais. Mariano es un hombre capaz.

PASCUAL: Claro, a base de recortes sociales y de abaratar el despido. Que las empresas ganen más dinero y nosotros a pringar. Hala, venga. Todos al paro y a pasarlas putas. Lo que vosotros quereis es que vuelva Aznar, y Zaplana, y Acebes. Otro Prestige, la guerra de Iraq, lo del avión ese de los militares...

PACO: Joder como sois de rencorosos. Hay cosas que suceden y punto. Pero mira, las cifras están sobre la mesa. Y el gobierno de Aznar fue el más próspero de la democracia. Y el más honrado, que antes los sociatas no hicieron otra cosa que robar y robar.

JULIO: Pablito, majo, ponte otra ronda que esto se pone interesante.

PABLITO: Siempre andais con lo mismo. A ver si os meteis en política de verdad y dejais de espantar a la clientela con vuestras chorradas.

PACO: Tu no te metas y saca los tubos, que nadie te ha preguntado. Anda...como si no supiésemos de que pie cojeas...

PASCUAL: Para mi está claro. Lo único que os interesa es venga dinero para los empresarios. Los ricos más ricos. Y luego a ir a guerras que no interesan a nadie y que son además injustas e ilegales. Fascistas, eso es lo que sois. Y luego al pueblo que le den por el culo. Eso es lo que hizo Aznar. Eso no es democracia.

JULIO: Será lo que hay ahora. Con el Zapatitos de los cojones. Venga a negociar con etarras y que chupen de la borrega del estado los que dicen no ser españoles. Y venga coches oficiales y leyes inútiles. Ahora hay que estar a lo que importa, no esos rollos de civilizaciones y la mierda esa del ministerio de la Bibiana.

PASCUAL: Pues que sepas que a nuestro presidente se le tiene en alta estima en el extranjero.

PACO: ¡Pero qué dices! Si es un bobo. Se burlan de el. Mira lo que opina Sarkozy.

PASCUAL: Eso es propaganda, porque ahora los medios tienen libertad. No como antes, con el bigotes que lo controlaba todo.

JULIO: Anda, tu que pasa que no ves el telediario de la Cuatro. O será que solo lees el Público. Si este gobierno maneja más medios que nadie en la historia. Menudo talante.

PASCUAL: ¡Falso! Si hay más libertad que nunca. Hasta algunos medios pueden libremente atacar a la Iglesia como se merece. Sinvergüenzas. Y a la monarquía. Esos vagos.

PACO: Venga, otro que se va a la guerra. Como sois de rencorosos los rojos. Si es que todavía os jode lo de la guerra civil.

JULIO: Di que si, que si fuera por estos, se alzan en armas y vuelan por los aires El Pilar. Que cerdos.

PASCUAL: Mira que os estais pasando...

PACO: Aquí el único que se pasa, pero de tonto, es el presidente. Un gandul que no hace nada por salir de la crisis y que no hace más que vetar todas las propuestas que vienen del PP. Así no hay manera. Pero ya lo pagará, lo pagará bien caro. ¿Sabes donde lo enviaba yo? A Turquía, a que saque del quicio al país entero y se les quiten las ganas de entrar en Europa.

JULIO: Ja, ja, ja. Pobrecillos turcos. Me los imagino huyendo a Afganistán.

PASCUAL: Desde luego con vosotros no hay manera.

PACO: ¡Y una mierda!. Con vosotros, que llenais el país de extranjeros. Menuda siembra habeis hecho. Ahora a darnos de ostias para buscar trabajo y los chinos con reducciones fiscales. Primero los españoles, coño.

JULIO: La inmigración está bien y todo eso. Pero macho, todo tiene un límite. Tal y como está el patio de revuelto hay que poner prioridades sobre la mesa. Y está claro que la ayuda ha de ser primero para los españoles y si...

PACO: Y si sobra algo que nos inviten a unos tragos. Ja, ja, ja.

PASCUAL: Yo no entiendo como me junto con vosotros. Es una situación dramática la de esta gente y vosotros os reis. Que son asuntos serios, hombre.

PACO: Y tan serios. Como que el país se va por el sumidero gracias a la desgracia de gobierno que nos ha tocado.

PASCUAL: Pues el que ganó limpiamente.

JULIO: Eso es discutible. No me hagas entrar en lo de Madrid que me pierdo.

PASCUAL: Y dale. Acebes mintió como un bellaco. Eso si que fue una vergüenza.

PACO: Pero si los primeros en jugar con los muertos son los socialistas, que no tienen moral ni tienen nada. ¡Rajoy Presidente!, ¡Rajoy Presidente!.

JULIO: Dios te oiga, porque si no, de esta no salimos en una eternidad.

PASCUAL: Sabeis lo que os digo, que os vayais los dos a la mierda. Si no quereis entender, pues que os zurzan.

PACO: Joder con la fierecilla, si al final los rojos sois así. En cuanto no os chupan el culo os enfadais y no hay dios que os saque de ahí.

PASCUAL: ¡Fascista!

PACO: ¡ROJO! ¡COMUNISTA!

PASCUAL: Vete al valle de Franco a recoger la mierda que dejé ayer. Si, me cago en Franco y en Fraga y en Alianza Popular.

PACO: Hale pues, ya llamo yo a Carrillo para que firme los fusilamientos.

PASCUAL: Eso no está probado. Me cago en Tejero y me cago en Dios y la madre de la puta virgen.

JULIO: Eh, no te pases que los santos del cielo es un tema muy serio. Un poco de respeto.

PACO: Eso, rojo de mierda. Vuélvete a Rusia a que te sodomicen.

PASCUAL: Pero me cago en....

ANTONIO: Bueno, bueno, artistas. Ya vale ¿no?. Un poco de calma que saco una ronda y aquí no ha pasado nada. Pablito, cuatro tubitos.

PACO: Hombre, el que faltaba. El conciliador.

ANTONIO: Venga Paco, que aquí en el fondo todos somos amigos.

JULIO: Es que con la historia esta de la crisis, pues la cosa se nos va siempre de las manos.

PASCUAL: Bueno, un poco...

PACO: Hum...

ANTONIO: Venga compadres, que no pasa nada. Si total aquí, con tubos a 60 céntimos, se capea la crisis y lo que se nos venga. Ni botellón ni represión. Venga esos tubos Pablito, que esta la pago yo.

PACO: Este alelao no se ha enterado.

PASCUAL: Mira los precios, que los tubos van ahora a 70 céntimos.

ANTONIO: ¡Qué! Pero ¡ me cago en Dios, la Virgen, la Santísima Trinidad y todos los Santos del Cielo! Esto es cosa de los socialistas, la madre que los parió...

JULIO: Hale, vuelta a empezar.

PABLITO: Me cago en mi vida entera, ¿porqué no me hice fontanero?

domingo, 19 de abril de 2009

PORTRAIT GALLERY II

" Camino lentamente por la calle, pues mis piernas ya son viejas y siempre están cansadas. Suerte que tengo mi vara de boj con mango de marfil para apoyarme mientras camino. Mientras hago la ruta de todas las mañanas, de todas las noches, de todos los días. Ruta que bien podría ser llamada la ruta de la gamba. Pero primero me presentaré. Mi nombre es Jacinto Gutierrez Dominguín. Residente en Zaragoza, barrio de las Delicias. Soy un hombre bajito, enjuto, de cabeza redonda y pequeña, disimulada por una gorra de cuadros que no me quito ni para ir al baño como quién dice. Padezco problemas de vista que me obligan a llevar gafas de esas que te hacen los ojos más grandes. Como si llevase unas lupas. De esta manera tengo un aspecto bastante mortadelesco. Nariz ligeramente afilada, labios finos y barbilla casi inexsistente. Dejé de fumar cuando me jubilé aunque todavía lo echo de menos, y de vez en cuando no perdono una faria o dos."

" Mi vida fue sencilla. No estudié porque mi madre decía que los burros van al establo, no a la escuela. Nunca supe muy bien que quería decir con todo esto, pero lo cierto es que desde los 14 años trabajé sin descanso en una fábrica de conservas. No estaba mal. Todos los días podía oler las mermeladas de los más variados sabores aunque nunca pude probarlas. El médico me decía que una cucharada de mermelada sería mortal para mi. Otra cosa más que nunca entendí. Pero como llevaba una bata tan blanca y tan limpia le creí y le dije: "De seguro que tiene usted muy buenas razones para afirmar tal cosa. Le haré caso". Ese mismo día me hicieron fijo y me ascendieron de puesto. Fueron buenos años aquellos. Me casé y tuve varios hijos, no recuerdo cuantos porque hace años que no se nada de ellos."

" Dicen por ahí que la vida siempre te da otra oportunidad. A mi me la dio el día en que me jubilé, solo que me llevó tiempo el darme cuenta de todo ello. Recuerdo el día en que llegué a casa con una placa y un bote de mermelada que me prometí no comer. Pero no me pude resistir. No paso nada. Tampoco lo entendí, pero al día siguiente salí a la calle y me metí al primer bar que vi. Después fui a otro. Luego a otro y así hasta el undécimo. En cada uno de ellos no bebí más de tres copas de vino y subí a casa renqueando, pero con una satisfacción plena, gozosa, de haber hecho por fin algo interesante con mi vida."

" Al día siguiente hice lo mismo. Desayuné una porras con chocolate en el Shokys; me dejé caer por el bar La Paz para tomar una caña y un platito de frutos secos; en el Mariros tomé un pincho de tortilla de sobre con un tintorro; en el Láture me convidé con otro chatito y una ración de calamares. Eran ya las tres de la tarde y apretaba el sol, así que busqué alivio en el fondo de una jarra de cerveza en el Garza. Continué y tome otro café en el Pampero y a las siete de la tarde me dejé caer por el 269. Tomé cuatro gambas rebozadas y tres copas de vinazo. Me pareció este el lugar más interesante de todos. Un ambiente, mezcla de juventud, obreros, parados, pensionistas y gente sin mejores cosas que hacer. Menudas conversaciones. Todo el mundo estaba enfrascado en temas de lo más variado y profundo. Desde la habilidad para repartir mamporros de Chuck Norris, los problemas que presentaban los periódicos gratuitos, las desavenencias del equipo de fútbol local o los pros y contras del sistema democrático. Aquello parecía la Sorbona, amigos".

" Así que día tras día a eso dedico mi tiempo. Recorro todos los bares de la avenida, de chato en chato, de caña en caña, de gamba en gamba, de rebocina en rebocina. Lo paso la mar de bien. Los muchachos jóvenes me dicen: ¡Jacinto! ¿Ya vas bolinga?. Y yo contesto: invítame a un vino y te lo digo. Y se echan a reir y a veces me invitan a un vino y entonces yo chasco los dedos de alegría y digo a todo que si, y mientras ya tengo otro vasito en la barra. Se me pone la mirada alegre y de este modo tengo el aspecto de un ser en el fondo entrañable. Seré un borrachín de barrio y todo lo que queraís. Lo más lejos que he ido en mi vida es a la fuente de la Junquera. Solo una vez leí un libro, acerca de como instalar la antena de la tele. Soy un zoquete, un inculto y corto de entendederas. Pero, puñetas, soy feliz y no hago mal a nadie. Así que no me juzgueís por lo que hago. Buscadme en los bares y, si me veis ahí, de pié, apoyado en la barra sujetando un vaso, disfrutando de su contenido a pequeños sorbos, por favor no me miréis mal e invitadme a un traguito. Salud."

lunes, 13 de abril de 2009

POLITICAL INTERLUDE

Dicen que la moderación y el equilibrio en su justa medida conducen al ser humano a ser una persona razonable, tranquila, templada, animosa y de buen juicio. Por tanto una persona de confianza. Dicen también que aquel que se mantiene impasible y no pierde nunca su compostura ante aquellos que en seguida pierden los papeles y se dejan llevar por sus instintos pasionales, despotricando a diestro y siniestros contra todo y contra todos ( frase tomada de algún político) es una persona digna, justa, con valores. Hoy se dirían cosas como: amante de las libertades, solidario, conciliador, demócrata, ministro...

Dicen que hay que mantener la calma ante aquellos que provocan, ya sea de acto o de palabra. Dicen que los justos al final acabarán venciendo porque tienen razón. Porque conocen la verdad universal y están, en el fondo, amparados bajo los designios de la divina providencia. Dicen que hay que ser honrado y decente. Y muchos dicen serlo. Dicen que a la gente hay que valorarla por lo que hacen y dicen, no por su nombre, apellido o afiliación política, entendiendo por afiliación la extraña tendencia de muchos (sin malicia, muchas también) de acercarse de forma lasciva a las braguetas y tirantes de pantalón de una forma poco escrupulosa. Esta gente que tanto dice, en el fondo es así. Con tanta bondad se olvidan de que este mundo está lleno de virus, bacterias y microbios de fantásticos colores que acaban en muy poco tiempo con esa decencia; con la templanza. Y por una vez, dejaré de lado la justicia, que ya bastante tiene con lo que tiene.

Dicen muchas cosas esos bastardos y casi ninguna buena. Mierda de clase política que tenemos que aguantar en este país, entre los del club de las cejas muertas y la soledad de los desiertos de las Bárcenas. Entre las noches Blancas, que se van a hacer eternas y la des-Esperanza. Bendito país, ¿qué has hecho para merecer esto? ¿No tuviste suficiente con los romanos, los bárbaros, el moro, la cruz, el Borbón, el socialismo, Paco, de nuevo el socialismo, devaneos bigotudos y macanudos de enanitos con los pies sobre la mesa? Y ahora... ya lo decían...me duele España. España ha muerto señoras y señores. Acompañan al féretro el presidente del Gobierno con su boba sonrisa desfigurando su cara y el cheer "lider" de la osopición, sosteniendo en sus alicaídos brazos una bandera teñida de negro. El desfile recorrerá durante los próximos días las galerías comerciales más destacadas, desde Madrid a todos los puntos relevantes de nuestra geografía , desde Orihuela a Tajueco pasando Barbadillo y sin olvidar Valdepeñas. A todos aquellos les recuerdo que está en juego el sorteo del coche fúnebre que guardaba el brazo de Santa Teresa con el que Franco se acostaba todas las noches para mantenerse, fresco, sano y viril durante muchos años.

Así van las cosas. Dicen que soy un demagogo y un radical. Ojalá. No vendría mal un poco de eso a nuestra insulsa vida política. Si está todo pactado entre los grandes partidos. Estos tios juegan al badminton los fines de semana. Yo te rasco tu me rascas y es tu turno de besar con tu culo sillones de cuero acolchado con vibración estomacal incluida por si se te hacen las digestiones pesadas. Amigos, comer fuera de casa es una cosa agotadora. Se cambian puestos como cromos, da igual que seas competente o no. En política la gente debe de parecer. No hace falta ser. Pero hay tantísima torpeza que muchos no saben ni guardar las apariencias. Como el nuevo Ministro de Fomento. Si no terminó la carrera. La dejó para dedicarse al politiqueo y al mamoneo. Al chupa chupa del bote y toma del frasco carrasco que de aquí no me sacan ni con agua caliente. Ya saben. Dame pan y dime tonto. Mírenlo. Si el tío se enorgullece además de eso. Está en su página web. Seguir sería imitar a los de El Mundo o el ABC, así que para la próxima entrega cambiaré de registro, o no. Según me venga, según me salga. Cierto es amigos. Me suda la polla el orden y todas esas cosas, o no. No se. Quizás en otro momento...

Ah, si. Ya me acuerdo lo que quería decir. Maricones.

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