lunes, 13 de abril de 2009

POLITICAL INTERLUDE

Dicen que la moderación y el equilibrio en su justa medida conducen al ser humano a ser una persona razonable, tranquila, templada, animosa y de buen juicio. Por tanto una persona de confianza. Dicen también que aquel que se mantiene impasible y no pierde nunca su compostura ante aquellos que en seguida pierden los papeles y se dejan llevar por sus instintos pasionales, despotricando a diestro y siniestros contra todo y contra todos ( frase tomada de algún político) es una persona digna, justa, con valores. Hoy se dirían cosas como: amante de las libertades, solidario, conciliador, demócrata, ministro...

Dicen que hay que mantener la calma ante aquellos que provocan, ya sea de acto o de palabra. Dicen que los justos al final acabarán venciendo porque tienen razón. Porque conocen la verdad universal y están, en el fondo, amparados bajo los designios de la divina providencia. Dicen que hay que ser honrado y decente. Y muchos dicen serlo. Dicen que a la gente hay que valorarla por lo que hacen y dicen, no por su nombre, apellido o afiliación política, entendiendo por afiliación la extraña tendencia de muchos (sin malicia, muchas también) de acercarse de forma lasciva a las braguetas y tirantes de pantalón de una forma poco escrupulosa. Esta gente que tanto dice, en el fondo es así. Con tanta bondad se olvidan de que este mundo está lleno de virus, bacterias y microbios de fantásticos colores que acaban en muy poco tiempo con esa decencia; con la templanza. Y por una vez, dejaré de lado la justicia, que ya bastante tiene con lo que tiene.

Dicen muchas cosas esos bastardos y casi ninguna buena. Mierda de clase política que tenemos que aguantar en este país, entre los del club de las cejas muertas y la soledad de los desiertos de las Bárcenas. Entre las noches Blancas, que se van a hacer eternas y la des-Esperanza. Bendito país, ¿qué has hecho para merecer esto? ¿No tuviste suficiente con los romanos, los bárbaros, el moro, la cruz, el Borbón, el socialismo, Paco, de nuevo el socialismo, devaneos bigotudos y macanudos de enanitos con los pies sobre la mesa? Y ahora... ya lo decían...me duele España. España ha muerto señoras y señores. Acompañan al féretro el presidente del Gobierno con su boba sonrisa desfigurando su cara y el cheer "lider" de la osopición, sosteniendo en sus alicaídos brazos una bandera teñida de negro. El desfile recorrerá durante los próximos días las galerías comerciales más destacadas, desde Madrid a todos los puntos relevantes de nuestra geografía , desde Orihuela a Tajueco pasando Barbadillo y sin olvidar Valdepeñas. A todos aquellos les recuerdo que está en juego el sorteo del coche fúnebre que guardaba el brazo de Santa Teresa con el que Franco se acostaba todas las noches para mantenerse, fresco, sano y viril durante muchos años.

Así van las cosas. Dicen que soy un demagogo y un radical. Ojalá. No vendría mal un poco de eso a nuestra insulsa vida política. Si está todo pactado entre los grandes partidos. Estos tios juegan al badminton los fines de semana. Yo te rasco tu me rascas y es tu turno de besar con tu culo sillones de cuero acolchado con vibración estomacal incluida por si se te hacen las digestiones pesadas. Amigos, comer fuera de casa es una cosa agotadora. Se cambian puestos como cromos, da igual que seas competente o no. En política la gente debe de parecer. No hace falta ser. Pero hay tantísima torpeza que muchos no saben ni guardar las apariencias. Como el nuevo Ministro de Fomento. Si no terminó la carrera. La dejó para dedicarse al politiqueo y al mamoneo. Al chupa chupa del bote y toma del frasco carrasco que de aquí no me sacan ni con agua caliente. Ya saben. Dame pan y dime tonto. Mírenlo. Si el tío se enorgullece además de eso. Está en su página web. Seguir sería imitar a los de El Mundo o el ABC, así que para la próxima entrega cambiaré de registro, o no. Según me venga, según me salga. Cierto es amigos. Me suda la polla el orden y todas esas cosas, o no. No se. Quizás en otro momento...

Ah, si. Ya me acuerdo lo que quería decir. Maricones.

No hay comentarios:


contador de visitas