domingo, 20 de diciembre de 2009

THE PRICE WE PAY, THE SHIT WE BUY

Estimados camaradas: Ayer mismo y con motivo de estas fiestas que a unos gustan, a otros desagradan pero de las que todos en mayor o menor medida disfrutan, el gerente del Hotel me ha pedido personalmente que les haga llegar el siguiente comunicado que les transmito de forma íntegra. Saludos.

“ Como de costumbre, estoy borracho. Una nube de humo perfumado, de un suave olor a cereza y a brandy me envuelve mientras reconforto mis pies al calor de la chimenea. El jerez baja por mi garganta alegre y a paso vivo calentando mi estómago y en mis manos una pluma de milano mojada en tinta garabatea estas torpes líneas. Empecemos. El principio es siempre un buen lugar y lo primero es recordar que son todos unos malditos bastardos. ¿Quiénes? Ese lobby pseudodemocrático cuyo brazo armado son ni más ni menos que el contubernio establecido entre los medios de comunicación y el Sindicato Publicitario. Al frente de ellos está la clase política, que pone cara y culo para mantener los intereses de aquellos a los que sirven: la Conferencia Empresarial Internacional. Estos tres entes tienen organizado el control del Planeta causando hambre, frío, injusticia, muerte, destrucción e infelicidad en diversas proporciones según la zona donde se habite. Lo único cierto es que nadie está a salvo y es imposible escapar a su control. Esta vez tengo pruebas.”

“El primer paso es acabar con cualquier tipo de privacidad. Para ello es imprescindible que todo el mundo, rico o pobre, tenga un móvil y si es posible, dos. ¿Un mendigo de un slum de Bombay necesita teléfono móvil? No. ¿Lo tiene? Si. Necesitamos redes sociales, que la gente se organice para saber a qué se dedican, que cuelguen fotos, que cada uno se divierta a su manera. Cuantas más “tribus” urbanas y modas pasajeras mejor. Divide y vencerás. Y ellos vencen. ¿Cómo unir bajo la misma bandera a punks, nazis, neonazis, sharps, mods, rockers, freaks, roleros, pijos, hippies, antitaurinos, y un largo etcétera? No hay manera. Nosotros somos los muertos. Vigilados y constantemente bombardeados por anuncios, consignas y reclamos publicitarios los hombres se vuelven vagos, débiles y padecen flojera mental aguda.”

“Más pruebas de que todo es una pantomima. Michael Jackson la palma y copa todas las portadas durante meses, Tiger Woods se folla a todo lo que se mueve y lo mismo. ¿Esas noticias son tan importantes? No informan de nada interesante ni aportan nada nuevo. ¿Alguien saca tajada o simplemente distraen la atención? Secuestros de barcos en las costas de Somalia. Esos sucios piratas son mala gente, esa es la conclusión de fondo, útil para los políticos del turno que lo utilizan como arma arrojadiza para aparentar cierta confrontación (ellos lo llaman “sano debate democrático”), cuando todos sabemos que está todo previamente pactado. El caso Haidar, más de lo mismo. Lo de los toros en Cataluña, un despropósito. Y de la gripe A es mejor ni hablar no sea que se me contagie algo y acabe vomitando aquí mismo.”

“Pero mi favorito es Obama. El ejemplo más radiante de la alta traición, del engaño masivo y del control de masas. Allá donde va triunfa, como la cerveza. Zapatero de repente le adora y se traga como una puta el semen todo su antiamericanismo de serie B española. ¿Premio Nobel de la Paz? Es un escándalo. Pero seguir acumulando noticias no tiene más sentido. Creo que mi punto de vista queda bastante claro. Existe un sistema perfectamente orquestado cuyo único objetivo es mantenerse en el poder a cualquier precio. No son clasistas, ni racistas. Solo creen en la lealtad y en la gente de principios afines a los suyos. Gentes así están por todas partes y así los encontramos tanto en las altas esferas del poder como entre lo más bajo del proletariado. Con esta fuerza y esta inercia se mantiene un sistema en el que prima el conjunto sobre el individuo, de tal forma que todo es apariencia y mientras se habla de igualdad, justicia y fraternidad se aplica la fuerza para doblegar, la ley para justificar lo injustificable y la división para enfrentar a la gente y desviar la atención de los asuntos más importantes. Es este detour lo que mantiene a la sociedad en un estado de adolescencia e infantilismo constante en el cual los jóvenes quieren ser mayores muy pronto y se dedican a consumir drogas y los mayores a jugar a videoconsolas como si tuviesen 12 años. En ese estado de ansia y de necesidad constante son incapaces de darse cuenta de verdad de lo que está ocurriendo. Mediante un oscuro y extraño mecanismo psicológico poco conocido la mayoría de la gente es consciente de vivir en un medio manipulado, falso irreal y controlado por personas ajenas a su entorno, pero a la vez olvidan eso mismo a cada paso. Es una extraña forma de autogestión de la conciencia en función de lo que merece la pena tener en cuenta o no, si consideramos que la intención fundamental de la mayoría es ser feliz, aunque sea todo una mentira.”

“Estando así las cosas uso solo tiene ganas de mandar todo a tomar por el culo, pero como hoy, no se porqué, me siento positivo les diré que no queda más remedio que seguir. Por lo tanto alzo este licor y brindo por ustedes. A su salud. No me queda más que añadir que esto no es necia resignación. La lucha ha de continuar. Aunque sea esa lucha barojiana por la vida, ese dueto a capela con la muerte, esa desesperación en la mirada, pero el corazón siempre vigoroso y el alma alegre. Uníos camaradas y brindad por mi.”

jueves, 3 de diciembre de 2009

MOURNING, BLAMING, CURSING.

Vivimos en un país de quejicas. De llorones. Estentóreos lamentos de abominable sonido recorren de una punta a otra el país. O lo que queda de él. Unos se quejan porque tienen que trabajar y otros porque no tienen trabajo. A otros les jode que su jefe sea un cabrón y a otros que el funcionario de turno del INEM no tenga corazón. A otros les enfurece que pierda su equipo de fútbol, que a su mujer le haya afectado la dichosa gravedad en sus otrora gloriosos senos, que los servicios públicos dan asco y que los privados abusan, te roban, te timan y además se burlan de ti. En definitiva un jolgorio de no te menees. Todo son quejas y todo son problemas. Hijos de puta, que me hacéis hablar mal y todo, ¡espabilad de una vez! En este país entre la clase quejica, los nuevos ricos y la herencia católica, que pesa todavía como pesa la losa que cubre a Franco y que conduce a la mayoría a creer en la fuerza irremediable del destino y una clase asentada, agradecida, chupóptera, desacompasada, tirana, heredera del fascismo liberal y encubierta por la mejor de las ideologías que se haya inventado nunca para doblegar el espíritu del pueblo (esto es: la terrible mezcla de capitalismo inmoral y democracia insana) anda el patio siempre revuelto pero nunca pasa nada.

Pero claro ¡será que no tenemos entretenimiento! Entre la tiranía mediática que sodomiza nuestras seseras con sus vomitonas constantes de basura radioactiva. Radioactiva en nuestros cerebros. Enciende la tele a ver las noticias: crimen, violaciones, robos, asesinatos en directo, paro, estafas, muerte, dilapidaciones, noticias culinarias, desfiles de lencería sugerente y Cristiano Ronaldo y la madre que los parió a todos. Apaga la tele, cierra los ojos y dime si con semejante coctel de mierda uno puede vivir tranquilo. ¡Claro que no! Pero es que eso no es todo y hoy, queridos amigos, no voy a entrar en política. Es que los precios de las viviendas son de escándalo, las compañías de servicios de telefonía roban literalmente, las empresas escatiman a sus empleados en las nóminas justificándolo con la mala situación del mercado. Con una coyuntura en la que llevamos años instalados. La de reducir y reducir costes y producir y producir más. Miren, yo de economía no tengo ni puta idea, pero sí que sé que esto es del todo incompatible.

Diablos, entre tanta mierda ya me he perdido. Ya lo dije antes: país de quejicas. Y de burros, a los que llevan apaciblemente enseñándoles la Zanahoria Eterna, que nunca en la vida llegarán a probar. Es fácil: arriba y abajo. El problema es que muchos tienen la ilusión de que están donde en realidad no están y ese es el gran logro del Nuevo Régimen. Es todo apariencia, todo virtualidad, todo alegría y sobretodo grandes posibilidades y expectativas. Todo se puede lograr: grandes tetas, coches rápidos, sucedáneo de caviar, la vida eterna y una casa en Marina D´or. Pero cuando todo se derrumbe y nos veamos en pelotas en medio de la ventisca, a ver quién cojones se echa a reír. Esto de ventisca no tiene nada, es solo brisa estival.

La cuestión es que en realidad, como podéis muy bien comprobar, hay muchas más cosas que nos unen. Pero el Sistema ha pensado en todo, y para mantenernos enfrentados, conscientes ellos de que divide y vencerás y de que la unión hace la fuerza, han mantenido la dialéctica ideológica de principios del siglo XX con la intención de mantener abierto un debate estéril y completamente inútil. Y todos muerden con rabia ese anzuelo ponzoñoso. Necio y ponzoñoso. Con qué ardor, con qué pasión se picotea ese pan podrido. Pues eso. Tenemos ni más ni menos que los que nos merecemos porque individualmente podemos ser muy listos, pero en conjunto somos tontos de remate y las pruebas están sobre la mesa. ¿Cómo es posible que en España ni se haya abierto la posibilidad de una Huelga General? ¿Cómo es posible que con justificaciones económicas hayamos retornado a situaciones laborales más propias del XIX? Debemos de ser muy tontos. A mí ya solo me queda ese consuelo. Mal de muchos consuelo de tontos.


contador de visitas