viernes, 5 de junio de 2009

FOOL´S DAY (Jornada de reflexión)

¡ Camaradas! ¡Compatriotas! ¡ Conciudadanos! ¡ Compañeros y simpatizantes!. Ha llegado la hora. La hora de ponerse en pie, allí, plantados sobre los cuartos traseros. De llevar nuestra dignidad colectiva a una posición vertical completa, para que los rayos del sol reflejen sobre ella la verdad. Una verdad tierna, dulce y profunda que todos albergamos en nuestros corazones, menos aquellos que lo tienen negro. Tan oscuro y tan podrido que se comporta de tal manera que absorbe toda la luz y es incapaz de reflejar nada. Tan solo ira, mentiras y más mentiras. No os dejéis engañar por aquellos que solo piensan en su propio beneficio.

¡Estimados amigos! Por todo ello os pido que, en un acto solemne, os pongáis en pié y acerquéis la mano a vuestro pecho y comprobéis si todavía os late el corazón. Y si notáis ese pálpito de vida, ese rumor interno, que sale de dentro de vuestro pecho, entonces alzad conmigo la voz y cantemos de alegría. De puro jolgorio. De la fiesta de la democracia. Yo, amigos, os pido tan solo un voto. Un voto de confianza, depositado en la urna con el corazón, y no con la cabeza. Un voto para construir un futuro más sólido en el que todos nos abracemos y vivamos juntos en paz y en armonía, pues es lo que nos merecemos. Un voto de luz, para dejar atrás un periodo de oscuridad y mirar hacia adelante con esperanza, unidos todos en un abrazo final.

¡Compañeros de viaje! Desde esta mi humilde posición, que me convierte a vuestros ojos en privilegiado, os pido que me ayudéis a conseguir este noble objetivo, que enriquecerá nuestros horizontes, mis bolsillos y los de mis amigos. De la misma manera que mis rivales, no tengo principios. Pero si finales. Yo nunca os mentiré ni os engañaré, tan solo ocultaré las partes más innobles de mi tarea. Pero, ¿acaso es delito ayudar al que está necesitado? Y si mi cuñado es fontanero ¿no va siendo hora de cambiar las tuberías del palacio presidencial?. Y si la gran final del mundial se juega en Roma ¿ no va siendo hora de planificar una visita al Santo Padre, de cuyas bendiciones y plegarias estamos tan necesitados en estos días aciagos?

¡Camaradas! Acudid en masa a las urnas, y, si no es así entonces que no vaya nadie. De esta forma, con mi voto, el de mi mujer, el de mi perro que se llama Lalo, que también está censado, nos aseguraremos un futuro que nos merecemos. Que me lo merezco yo, y todos vosotros. Quiero que seáis testigos de mi disfrute. Que veáis mi vida como si fuese una película. En este plano bajo del avión, y solemne escucho el himno de nuestra rojigualda mientras pienso si en el hotel habrá taza turca o retrete normal. Quiero que me veáis feliz. Por que solo así sabré que vosotros lo sois, pues eso es lo único que importa. El camino es duro y arduo. Hay que ser persistente y abandonar muchas cosas. Yo, por ejemplo renuncié a toda mi dignidad para estar hoy aquí, reunido en hermandad con vosotros.

¡ Amigos! No me falléis en estos momentos de necesidad y yo prometo no dejaros de lado cuando las cosas vayan bien y no existan problemas ni preocupaciones. Quiero que veáis en mi no a un hermano. Sino a un padre. Cuando miro atrás en el tiempo, solo me arrepiento de no haberme afiliado al partido rival, pues descubrí ayer que sus dietas son mucho más generosas. Pero eso ya no importa. Lo que importan son los ideales. Por eso los hemos importado todos. De esta manera os pido una vez más. Os ruego de forma encarecida. Os suplico que por favor, por vuestra vida y la de mi fiel perro que os unáis a nuestra causa. Que votéis con fuerza. Con tanta que las urnas salgan volando por las ventanas y todos los ciudadanos sean partícipes de mi triunfo, que es solo vuestro, aunque el disfrute de tan ventajosa posición sea solo mío. Y como último recurso os diré. Votar, aunque solo sea para que no gane el otro. Y ahora todos juntos. Un, dos y un, dos, tres: ¡Mierda!

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