viernes, 19 de septiembre de 2008

WALKING AROUND

Salgo a la calle, e inmediatamente me doy cuenta que no estoy en el hotel. Si estuviera allí no díría que salgo a la calle. Me iría a dar un paseo. El ser humano en su vasta necedad siempre se empeña en ponerles puertas al campo y limitarlo todo con sus conceptos y sus normas. A veces uno quiere limitarse a "estar", sin más. Pero siempre vendrá alguien preguntando dónde has estado. "Pues por ahí, coño". Pero, claro, esto no es el hotel. Y las calles están llenas de mierda y basura. Y se concentran los olores desgarrados, colgados de mi nariz. Por mucho que el barrendero del barrio se esfuerce. Y el tío se esfuerza, hay que reconocerlo. Siempre va canturreando y no se porque siempre le escucho la misma canción. "Con una copa de vino en la mano..." Canta como si fuera una jota. Ese canto rural y vasto. A veces como si estuviesen destripando a un cochino. Bueno, siendo así no me extraña que el tipo vaya siempre contento y que las calles estén hechas un verdadero asco.

Doblo la esquina. Subo al autobús. Miradas de desprecio revientan en los cristales. Irradian ira y miedo y sumisión desesperada. Nos hemos vuelto todos locos. Ahora lo se. Pero como decía el portero de los estudios de Abbey Road es difícil saber porque alguien está loco. Incluso si uno no está loco. El centro de la ciudad es una olla expres requemada. A alguien se le ha ido la mano con el fuego y huele a renegror. A tiniebla humana. Un río de almas desesperadas fluye desbordado por las aceras infectas, buscando en vano un asidero. Un lugar donde caerse muerto.

"Chino ponme una caña, ostia". Palabras que salen de debajo de un pálido bigote atufado de faria. De una cabeza calva y de un brazo apoyado en una barra de bar, enfundado en un jersey granate. "Cling, cling..." La tragaperras absorve el alma de algún pobre desgraciado y la vida fluye en el bar. "La vida....... la vida es una mierda......coño, anda chino ponme una copita de la castellana, pero sin hielo. Ostia. Qué asco de vida..." Más rabia. Apuro mi jarra y me voy en mi nube de dulce embriaguez matutina. La más intensa. La más falsa. La más traicionera.

En el hortelano huele a mierda. Ni siquieran tienen barril de cerveza y los botellines son de antes de la guerra. No merece la pena ni llegar al fondo del asunto. Aquí no hay un chino detrás de la barra y no entiendo porque no hay bigotes farfullando "Español, una cerveza cojones." Tampoco hay tragaperras pero es todo la misma mierda o peor. Huyo como alma que lleva el diablo.

Igual que no hay pelirrojo que no sea del todo malo o del todo bueno, cada contradicción esconde una pequeña verdad en su seno. Verdades con las que, como el diablo, juega a confundir a los humanos. Humanos que en su tonta borreguez no ven más allá de la punta de su nariz o del fondo de su cartera. Y esto lo pienso yo. Otro idiota más que ha ido a desperdiciar una mañana en los bares de la ciudad, donde se refugia el verdadero sentir del país. El ágora de vacuidades nefastas. Asilo de iracundos, parados, pensionistas, trapicheadores y bandoleros de leyenda. Recogo los restos y me voy a casa andando. Tarareando una melodía que me hace sentir mejor..."Banging your heart agaisnt some mad bugger´s wall...................................................

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