sábado, 29 de noviembre de 2008

BURNING SHIT

Hay días en los que valoro profundamente la tranquilidad. Medito, relajado y sosegado acerca de las cosas que he hecho en mi vida, y acerca de las que no he hecho. También deslizo mis pensamientos por el tobogán de la probabilidad e imagino cosas que están por venir. O cosas que nunca llegarán. Pero siempre procuro mantenerme alerta. Allí donde quiero estar. Al pié de la ira furibunda. Detrás de la cortina de humo escondo una mirada furtiva y un pensamiento truncado.

Y cada vez que lo pienso y doy vueltas al prisma, siempre acabo viendo la misma cara. Llamadme traidor y prenderle fuego a mi alma, pero cada acto bondadoso, cada esquirla de bondad desaparece en el marasmo de la atrocidad, de la estupidez y de la infamia humana. Esa enfermedad tan extendida que se llama "ser humano". Que todo lo devora. Alas, en el nombre de la ciencia y del progreso. En el nombre del dios todopoderoso de la razón. La desgracia newtoniana que hoy nos apresa. La burla eterna de Voltaire. La política ha sodomizado a la Justicia. Hace ya siglos que lo hizo y la dejó tirada en una cuneta donde la devoraron los gusanos. En su lugar fue sustituida por una furcia, dispuesta siempre ha vender su coño al mejor postor.

Hoy en día el tiránico dogma político de la democracia, irónicamente, ahoga toda libertad humana. Se convierte en ley recta y en moral. Moral, que ya no se mide en términos estrictamente humanos. Se mide en términos de política. Impregna con sus sucias falacias cada estrato social, cada acción, cada programa de televisión, cada periódico, cada telediario, cada protesta. Los nuevos conceptos de "alarma social". Hay que extirpar de la sociedad la "violencia de género". Señora Ministra, porque no deja de engordar culo en su sillón y reflexiona. Podría decir "hay que acabar con la violencia". Sería más fácil así. Pero la nueva moral político-feminista-del-bien-queda obliga. Así, vemos falsas muestras de compasión y solidaridad en las que "hombres" aparecen con gesto serio. Casi arrepentido, como si fuesen culpables.

Si los griegos viesen en que se ha convertido su ideal de sociedad, no dudarían en aplastarnos con toda su fuerza hasta no dejar nada en pie de esta vil mentira en la que vivimos. No hay libertad ni hay derechos. Solo los que una Carta fundacional establece. Ese es el redil, esas son las normas. No te salgas de allí o te juzgaremos. La sociedad lo hará. Así se habla señores de cosas que generan "repulsa social". Y la sociedad actúa y se soluciona el problema ¿no?. Y una mierda. Para el estado solo somos números, para el banco números, para el doctor, números, en el trabajo números. Números forman conjuntos pero no sociedades. En realidad la sociedad ya no existe y cada individuo está más aislado que nunca. Si te mueres en la calle será un milagro que alguien te eche una mano. Los problemas de los que esos números han de preocuparse como conjunto son establecidos por directores de cadenas de televisión, banqueros y políticos. Y puede que me deje alguno en el tintero de la mierda caliente. Tinta con la que escribo aunque solo sea de manera metafórica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un dia, amigo Zhukovsky, se va usted a ver convertido en un numero de verdad. Al paso que van sus blogs... Pronto se despertara prisionero en una isla con raciones de droga hasta en los helados. Queda advertido.

Anónimo dijo...

Jeremy Iranson inhaló de nuevo el lilimento... el gusano de la cosquilla esmeralda se le metió por la nariz y jugueteó con sus fosas nasales; fue entonces cuando se vio capaz de bajar el tobogán que le llevaría a Villa-fracaso (traducido del inglés Failureland). Olvidó el sabio consejo de su madre: "Afiliate al sindicato de lactantes y lávate los dientes antes de irte a la cama".
Sólo le dió tiempo para ponerse la chistera y dar un triste fin a su show.

Anónimo dijo...

A la mierda con la democracia. MONARQUIA ABSOLUTA YA!!!


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