SECTARISM: CHRISTIANISM VS. DEMOCRACY

El sectarismo, el dogmatismo, el radicalismo, el extremismo y la incapacidad de reconocer la existencia, por otro lado necesaria, del contrario, son rasgos al parecer intrínsecamente humanos. Apestosamente humanos. Indecentemente humanos. Así es hoy y así ha sido desde que no se sabe muy bien cómo, el hombre empezó a poner nombre a las cosas, empezó a buscar respuestas a preguntas que nadie le hizo y creó lo hoy se conoce como el lenguaje. La comunicación. Creación espontánea cuya intención parece ser más la de desunir que la de unir.

Pero vayamos al grano. El cristianismo. Como religión ofrece una respuesta a las necesidades del hombre. Y no me parece mal. Como doctrina, pretende que el ser humano viva en armonía. Ama a tu prójimo, haz el bien, ayuda a los necesitados. El brillante mensaje de Jesús de que todos somos hermanos y podemos vivir en paz. Esta idea, desde mi punto de vista más que loable, conduce no se como a la creación de uno de los grandes tiranos del mundo: la iglesia. Y qué hicieron. Extender la palabra de Dios a golpe de espada. Descubrimos, conquistamos, colonizamos y explotamos América. Mientras por un lado la Iglesia pretendía civilizar a los salvajes para que tapasen sus partes pudendas y antes de procrear santificasen su unión ante Dios, por otro lado se explotó sin compasión sus riquezas para mayor gloria y bienestar de las metrópolis europeas.

La democracia. Los ideales de justicia, libertad, igualdad, fraternidad. De nuevo encontramos aquí las buenas intenciones. Los deseos de establecer sociedades libres e igualitarias, donde todo el mundo sea igual ante la ley. Ley que emana del Estado todopoderoso. El Estado Democrático. El nuevo Dios del mundo libre, de ese pedazo de tierra que llaman Occidente. De nuevo la excusa perfecta para lanzarse al control de los recursos de otros en el nombre de la libertad MUNDIAL. Ni más ni menos. Y ahí lo tenemos. Primero guerras abiertas en Iraq y Afghanistan. (Por cierto ZP las razones para estar en Afghanistan son las mismas que en Iraq. Es la misma guerra sucia). Pero luego el control bajo mano. En América Latina, en Ucrania, Georgia, Polonia, República Checa, los Balcanes, el conflicto del Caúcaso,... Y así podría seguir una larga lista.

Conclusión. Las sociedades humanas avanzan. Evolucionan. Pero el hombre civilizado. El urbanita. El sociable. Siempre buscará tener más y más control de todo tipo de recursos, sin importar los medios. Siempre, eso si, bajo una bandera digna. La de la ONU, la de San Jorge. Misiones de paz, misiones para convertir paganos, llevar la democracia a pueblos esclavizados, civilizar a los salvajes,... pero siempre, siempre robar, matar, controlar y apoderarse sin compasión de lo que no les pertenece. Este es el progreso. Estos son los cambios. La misma mierda con distinto olor. Con distinto color, y al parecer ahora, con el mismo. Solo eso. En realidad, nada cambia y las estructuras siguen siendo las mismas.

La aparición de las sociedades laicas llevó a la desaparición de la jerarquía eclesiástica en el poder. Y habían tenido ya bastante. Un tipo de sociedad se impone a otra, que si bien no ha desaparecido ya no tiene el mismo poder que antes. Esto nos lleva, lo quiera yo o no, al materialismo dialéctico de Marx. Esta es la síntesis fantástica que ha movido el siglo XX y marcado indeleblemente los inicios del XXI y se convierte en verdad absoluta. ¿Habrá una respuesta? ¿Surgirá una nueva antítesis capaz de superponerse a la democracia capitalista? ¿Es verdad que El Capital está batiendo records de ventas en estos tiempos de crisis? ¿Habré perdido el juicio definitivamente? ¿Me he vuelto comunista sin saberlo?. Todas esas respuestas no las responderá el viento sino el tiempo.
Saludos camaradas.